“Para elaborar esta colección, además de la parte del diseño, nos preguntamos cómo generar menos residuos, cómo podíamos reciclar más y desperdiciar menos. Fue así como surgió Sean Eternos, que consiste en utilizar los residuos de los talleres, ya sean retazos de tela, cuero, cuerina, tejidos, a través de un proceso de troquelado –recortar piezas– totalmente artesanal”, explicó Paniagua, quien agregó que los residuos los convierten en siluetas que representan a varias especies de animales en peligro de extinción para dar un mensaje a favor del medio ambiente y la vida de las especies silvestres amenazadas de nuestro país.
“Esta colección nació de un proyecto de consultoría llamado ORE, que significa nosotros en guaraní y contó con la participación de algunas marcas locales, con el apoyo de la Asociación Industrial de Confeccionistas del Paraguay (AICP) y el coolhunter Lucius Villar, un referente internacional en moda, diseño y tendencias. Cada marca eligió un concepto relacionado a la identidad nacional y la propuesta de Aki fue ir más allá del concepto y adoptar una colección más integral”, señaló Paniagua y a cuyo criterio, el impacto que logran con esta campaña es enorme, porque pueden llegar a reutilizar hasta el 100% de lo que antes terminaba en la basura por considerarse un desperdicio.
Paniagua nos recordó que Sean Eternos ganó un premio Aguja de la categoría Marca Sustentable del Año y que dicha premiación es la más importante que tiene la moda nacional y está organizada por la AICP. “En la competencia nos medimos con proyectos muy interesantes y que pertenecían a grandes marcas y empresas locales. Siempre que lanzamos una nueva colección tratamos de unirla a un mensaje relevante para nuestro público, y nos pareció que tocar un punto como la protección de nuestros bosques nativos y nuestra fauna es un mensaje vital”, expresó.
A pesar del éxito con que el equipo de Aki ve el proyecto Sean Eternos, también existe un lado complejo, que involucra a la producción de las piezas, porque estas son únicas y exclusivas para cada artículo forrado, en especial termos, entonces el trabajo de elaboración se asemeja a lo que sería armar un rompecabezas. “Para el diseño unimos los retazos minuciosamente, atendiendo que la armonía de los detalles y colores generen el efecto deseado. Todo nuestro sistema de trabajo es muy artesanal y artístico”, reveló.
Sostenibilidad que ayuda a las ventas
“Los clientes retribuyen con su preferencia y esta colección no solo tiene el valor sustentable, sino que además, los productos creados son piezas únicas con diseños hechos con mucho cuidado”, aclaró Paniagua sobre la rentabilidad de la nueva innovación adoptada.
Por último, la propietaria de Aki afirmó que están buscando alianzas para hacer crecer el proyecto y desde hace un tiempo colaboran activamente con refugios de animales, rescates de animales perdidos y otras entidades que buscan crear conciencia y proteger el ecosistema.