“Este 2023 tuvimos una muy buena cosecha, pero lastimosamente en hectáreas fue muy pobre. Es decir, tuvimos menos hectáreas en comparación a años anteriores, en total solo unas 1.600 hectáreas sembradas de maní, una cifra bastante inferior respecto, por ejemplo, al 2022, zafra en la que llegamos a 3.000 hectáreas, sin embargo, igualmente nos fue muy bien en lo que concierne a los rendimientos y en especial a la calidad del producto”, comentó Martens.
Desde hace un tiempo que el área de siembra viene decreciendo a causa del factor climático. “Años atrás estábamos con 5.000 hectáreas, incluso más, pero a raíz de la sequía de los últimos tres años, el productor se resintió y en esta campaña no se sintió animado para sembrar más maní”, precisó.
No obstante, el rendimiento fue sobresaliente y el productor logró cosechar unos 3.000 kilos por hectárea, lo que ayudó a compensar la reducción de la superficie sembrada. “Aunque las hectáreas fueron pocas, los rindes fueron muy buenos”, destacó Martens.
Además del buen clima y el buen rendimiento en el campo, se destaca la calidad del producto. “Prácticamente el 100% del maní que se colectó es de alta calidad. Hablando de aflatoxinas (sustancias tóxicas producidas por ciertos hongos), podemos decir que casi en su totalidad son de calidad europea, por lo cual decidimos destinar la producción entera al mercado externo”, enfatizó.
“Desde que iniciamos con el descascaramiento del maní y todo el procesamiento posterior, estamos exportando a destinos de Europa. Ahora estamos enviando a Alemania y Países Bajos, aunque también hemos despachado una pequeña partida a España, pero en general estamos embarcando más a Países Bajos”, precisó.
En lo que respecta a la comercialización interna, quedó poca producción para el mercado local, pues optaron por priorizar la exportación gracias a la excelente calidad del producto y también a la buena demanda y cotización del producto en mercado internacional, según Martens.
“Teniendo en cuenta los óptimos rendimientos y la calidad alcanzada en la presente campaña, para la zafra que viene, dependiendo del clima y también de los precios, esperamos un aumento del área de siembra, nuevamente, mínimo que llegue a 2.000 hectáreas o incluso más, para seguir con este buen ritmo de las exportaciones”, concluyó.