El complejo turístico y gastronómico es el primer establecimiento agroecológico de la ciudad, localizado sobre en una excantera, que fue adaptada y reestructurada luego de su explotación, para servir a las visitas en tres cabañas de estética alemana y materiales naturales y reforestados: una para 20 personas, de un valor en construcción de G. 170 millones; una para 12 personas, de G. 150 millones en construcción; y la tercera, para seis personas, con un valor de G. 140 millones. Así también hay espacios para camping.
Cada cabaña dispone de baños privados con calefacción, habitaciones con aire acondicionado, cocina equipada, televisión y conexión a wifi, siendo la entrada a las 10:00 y la salida a la misma hora del día siguiente. “Son cabañas ecológicas hechas con material de reforestación que nosotros mismos producimos. Tratamos en lo posible de prescindir de los hierros, de los blindex, y hacerlo con materiales renovables”, afirmó Fretes.
La tarifa diaria en Montesur Cabañas & Camping es de G. 100.000 con desayuno tradicional incluido (café, leche, pan, etc.), un costo accesible fijado por el propietario, pensando en otorgar una facilidad para viajar con toda la familia.
Además, en el establecimiento funciona un restaurante abierto para todo público, con mesas de pool y fútbol de mesa. “Nuestra especialidad es el pescado, así como comida internacional y paraguaya. El restaurante tiene un equipo especializado de cocineros, de muy buena formación gastronómica”, comentó.
Un complejo agroecológico
Debido al gran interés por valorar las especies acuáticas del río Paraguay, Fretes invirtió en el establecimiento del primer acuario turístico del país denominado Pirarendá, en los que habitan temporalmente y con los permisos requeridos especies como el pacú, el surubí, la tilapia y el bagre. “El acuario funciona, también desde el rescate de peces y otros animales, es decir una fauna hídrica, que nosotros podemos proteger”, aseguró.
En Pirarendá hay 21 peceras de 1,75 x 0,70 x 0,80 metros y tres de 3 x 0,80 x 1,40 metros. “También tenemos una pileta especial para las rayas, así también un estanque en el exterior en donde se exhibe toda especie proveniente de los ríos Paraná y Paraguay”, agregó.
En el lugar además se encuentra una huerta orgánica cuya producción es utilizada por el restaurante para la preparación de platos.