El nombre de la florería se inspiró en la esposa de su papá, quien años atrás tuvo su propio emprendimiento floral. “Ella ya había comenzado hace años con su florería, y su nombre fue heredado, por así decirlo, para mi proyecto”, explicó. Aunque la florería original ya cambió de nombre, la influencia quedó marcada con la pasión por las flores y el espíritu emprendedor que se transmitió en la familia.
Lo que comenzó con un préstamo de un G. 1.000.000, destinado a comprar flores y armar los primeros ramos básicos, se transformó en un negocio que acompaña la vida cotidiana con colores, aromas y detalles que marcan la diferencia. Desde su casa en Barrio Jara, Asunción, Larisa ofrece delivery hasta Villa Elisa, San Lorenzo, Luque y el centro de la ciudad, y además permite que los clientes pasen a retirar sus pedidos personalmente. Los ramos parten desde G. 45.000, y se adaptan a cada ocasión y presupuesto.
La Fleur no solo vende flores, también ofrece peluches y chocolates, creando combinaciones que acompañan momentos especiales y gestos de cariño. Su asesoramiento va más allá de la elección de flores porque también ayuda a los clientes a seleccionar colores, tipos de ramos y hasta mensajes para las tarjetas. “Las flores se pueden regalar para cualquier ocasión: para pedir perdón, para decir que extrañas a alguien, o simplemente para alegrar el día de otra persona”, comentó.
La llegada de la primavera le brinda un motivo extra para inspirar a sus clientes ya que Larissa recomienda ramos coloridos y luminosos, con flores amarillas como girasoles y rosas, ideales para celebrar la estación y regalar alegría este 21 de septiembre. Además, su emprendimiento se conecta con la juventud porque ha sido invitada a competencias de patín y eventos de baile en colegios, y próximamente participará en el PlayBack de un colegio privado de Asunción, mostrando que su proyecto va más allá de la venta sino que es también un ejemplo de iniciativa juvenil y creatividad.
Para Larissa lo esencial es la dedicación, disciplina y constancia. Su mensaje para otros jóvenes emprendedores es: “Animarse a emprender desde cero es posible. No hace falta alquilar un local para empezar; se puede hacer mucho trabajo desde donde uno esté. En Paraguay hay muchos recursos y oportunidades; lo importante es ponerse metas y trabajar por ellas”.
La joven emprendedora también resalta la importancia del apoyo familiar y del equipo de trabajo porque hace un agradecimiento especial a su mamá, a sus proveedores, floristas y deliverys por acompañarla en cada paso de este año de crecimiento.