Sin embargo, detrás de cada desembarco exitoso existe un proceso complejo que requiere planificación, orden documental y un conocimiento profundo del ecosistema normativo local. Al respecto, Amanda Amarilla, socia directora de Rodas Rojas Consultores & Asociados, explicó lo que implica que una empresa hoy desembarque en tierra guaraní y la propuesta de valor que ofrecen como consultora.
“Somos una consultora especializada en soft landing empresarial, que integra experiencia jurídica, corporativa, estatal y operativa. Acompañamos a empresas extranjeras desde la decisión de invertir hasta su operación plena, reduciendo riesgos legales, tributarios, laborales y reputacionales”, explicó Amarilla.
El servicio abarca desde el análisis de factibilidad, elección del modelo de ingreso como filial, joint venture, maquila o venta directa y constitución societaria, hasta trámites migratorios, apertura bancaria, cumplimiento normativo, contratos laborales y representación local. “Tomamos a la empresa desde la idea hasta estar operando en Paraguay con respaldo jurídico y previsibilidad”, dijo Amarilla.
La consultora prepara además estructuras fiscales eficientes, tramita incentivos y acompaña los primeros reportes contables para la casa matriz. En el ámbito operativo, articula con notarías, estudios contables y proveedores logísticos para facilitar el aterrizaje empresarial.
Hoy el país se destaca por una presión tributaria moderada, costos laborales competitivos y abundante energía a bajo costo, especialmente valorada por industrias productivas. Su ubicación estratégica en el Mercosur permite acceder a Brasil y Argentina, mercados puntuales para empresas manufactureras y logísticas.
Para Amarilla, estas ventajas deben ser “traducidas a una estructura concreta, limpia y segura”, añadió, ya que el potencial del país se materializa únicamente con planificación adecuada.
Aunque Paraguay es percibido como un mercado ágil y menos burocrático que otros de la región, el desconocimiento de ciertas normativas puede generar retrasos o costos inesperados. “Subestimar requisitos bancarios y de compliance (origen de fondos, beneficiarios finales) puede trabar la operación. Falta de planificación en temas laborales y de contratación puede derivar en contingencias futuras. Desconocimiento de normas sectoriales (farmacéutico, alimentos, logística, servicios financieros, etc.) puede retrasar habilitaciones. Paraguay es un mercado ágil, pero requiere orden documental, trazabilidad y buena estructuración para aprovechar su seguridad jurídica”, detalló Amarilla.
De cara a los próximos años, la consultora identifica tendencias que redefinirán la llegada de nuevas inversiones: mayor exigencia en transparencia y cumplimiento antilavado, digitalización acelerada de trámites, revisión de regímenes de incentivos para mantener competitividad internacional y creciente relevancia de criterios ESG para grupos internacionales. “Para el inversor, esto significa que improvisar cada vez será menos viable: se necesitarán estructuras serias, limpias y bien documentadas desde el inicio”, destacó Amanda Amarilla.