Rafael Correa es el presidente del Club de Béisbol y Softbol Gigantes -entidad registrada en la Secretaría Nacional de Deportes (SND)- que desarrolla sus actividades en el Parque Ñu Guasu desde hace unos cuatro años, actualmente solo los domingos, aun cuando antes de la pandemia reunía a los practicantes también los sábados por la tarde.
“Tenemos un espacio improvisado en Ñu Guasu, que hemos tratado de adecuar con el apoyo del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) tratando de remodelarlo y adecuarlo de a poco para nuestras prácticas”, relató Correa, un venezolano radicado en Paraguay desde hace cuatro años.
El proyecto que los formó como club fue contar con un lugar de encuentro para migrantes, sean venezolanos, dominicanos, puertorriqueños o estadounidenses. Al principio eran solo seis personas, número que se fue incrementando, incluso con la llegada de paraguayos.
“Al principio fue para una distracción con connacionales los domingos, pero después se hizo una suerte de labor social. Hoy acuden alrededor de sesenta personas. Hay apertura para todos. Buscamos la integración y la proyección del deporte con el apoyo de las autoridades”, explicó Rafael Correa.
Los elementos para el juego tienen que ser, necesariamente, importados. Los traen de Estados Unidos o de Venezuela, cuando algún paisano viaja a este extremo del subcontinente. Los uniformes son mandados a confeccionar en Venezuela con la empresa que fabrica las indumentarias de los equipos profesionales de béisbol de ese país.
Contacto en el sur
La idea de los integrantes del club es participar en un torneo de carácter nacional. La Asociación Paraguaya de Béisbol que está dirigida por los descendientes de inmigrantes japoneses, tiene su competencia anual, aunque las actividades quedaron suspendidas debido a la pandemia. Cuando retornen, hay una solicitud esperando ser aprobada.
“Tenemos contacto con ellos. Hicimos torneos amistosos con equipos de Pirapó y de Encarnación. Quedó pendiente la aceptación de nuestro club para su participación en los torneos que están realizando. Nos habían dicho que teníamos que tener reconocimiento oficial. Ya lo tenemos y ahora aguardamos que nos acepten”, refirió.
La difusión mediática de las actividades del béisbol es inexistente. Correa recordó que el año pasado fueron invitados a participar en un torneo en Londrina, Brasil. “Fuimos allá súper emocionados. Nosotros nos costeamos los gastos, representamos a Paraguay, pero acá nunca se enteraron”, se lamentó.
Entre los proyectos del club está el de contar con una cancha reglamentaria y en buenas condiciones, para recibir y formar peloteros desde una edad temprana ya que actualmente no lo pueden hacer, a pesar de recibir permanentemente solicitudes de chicos que se quieren integrar a Gigantes.
“A diferencia de los japoneses, nosotros no hacemos prácticas para chicos, porque jugamos en dos canchas de fútbol, y las condiciones no son óptimas para los menores de edad. Sería genial adecuar el espacio que hay en Ñu Guasu y acondicionarlo para que en una cancha se pueda jugar béisbol y fútbol”, afirmó Correa.