En su evaluación 2017, Global Finance examinó a 83 presidentes de bancos centrales a nivel mundial. La escala de calificación va desde “A” (excelente) a “F” (reprobado). Las áreas de análisis se relacionan con control de la inflación, metas de crecimiento económico, estabilidad de la moneda y control de la tasa de interés.
En Sudamérica, solo el presidente del BCP pudo alcanzar la calificación A, mientras que los demás bancos centrales que lograron esta nota fueron: Australia, Honduras, Israel, Líbano, Marruecos, Rusia, Taiwán y Estados Unidos.
“Los banqueros centrales están entrando en una fase de restricción, tratando de retroceder de la flexibilización y dejando que sus economías tengan más rienda suelta, lo cual no es una tarea fácil, considerando que deben dar vuelta a la nave de las finanzas estatales”, señaló el comunicado de la revista.
A su vez, Global Finance apuntó que las revisiones de desempeño para estos líderes de finanzas muestran que algunos logran mantenerse por delante de la curva incluso en circunstancias difíciles, mientras que otros son obstaculizados por realidades políticas o económicas.
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