Londrina empezó a operar en 2019 gracias a la inversión de un grupo extranjero que desembolsó más de US$ 30 millones. “Este adquirió la infraestructura montada del puerto, que se encontraba fuera de servicio hasta ese momento”, explicó Ledesma.
"Empezamos con la zafra de 2019 y movimos un 80% de soja y el resto de los envíos fueron de maíz. Londrina tiene una capacidad de recepción de 320 camiones por día, lo que representa más de 10.000 toneladas de soja, maíz o algún otro producto", indicó.
Actualmente poseen una capacidad de almacenamiento de 110.000 toneladas y los productos se fraccionan en distintos espacios. De esta manera, reciben y almacenan los granos y en el embarque de las barcazas, en su muelle propio, pueden cargar 1.000 toneladas/hora.
"El primer año movimos unas 320.000 toneladas de granos. Pero este 2020 ya vamos con 960.000 toneladas movidas, es decir, triplicamos las operaciones", afirmó.
Según Ledesma, la tendencia de las exportaciones se mantiene este año, con leves ajustes, con 75% de los envíos de soja, 23% de maíz y 2% restante entre la harina de soja y maíz. La proyección es cerrar el año con 1.050.000 toneladas de granos.
"Tuvimos inversiones importantes en estos dos años, inversiones que rondan los US$ 2.5 millones para mejorar algunas áreas de infraestructura y seguridad patrimonial", reconoció. “Este monto se suma a los US$ 30 millones”, agregó.
Con respecto a sus clientes, señaló que no trabajan con más de siete compañías, pero que todas son importantes multinacionales.
¿Crecimiento en 2021?
Este año lograron triplicar sus operaciones, pero en 2021 esperan crecer hasta el tope de su estructura que es de 1.300.000 toneladas/año.
"Todo esto depende de los resultados de las cosechas, que sabemos que tuvieron un retraso en la siembra, pero si las condiciones climáticas son favorables, estaremos teniendo un buen año", expresó.
También están trabajando en una tercera báscula, de acuerdo con Ledesma, para agilizar el movimiento interno del puerto.
Nueva normativa para puertos
Normalmente un puerto nuevo busca la habilitación a través de la Marina Mercante (dependiente del MOPC), que controla las documentaciones y una vez terminado el proceso, se eleva la toma de decisión al Poder Ejecutivo.
De esta forma, si todo estaba en regla, debía emitirse un decreto presidencial para conseguir la habilitación, comentó el directivo.
"Esa es la primera habilitación que dura cinco años, luego se renovaba a los 10 años y la tercera a los 15 años, cuando se expide una habilitación definitiva. Pero ahora con este nuevo régimen de gestión de la Marina Mercante, los procesos pasaron de necesitar un decreto a necesitar una resolución", explicó.
Con el nuevo proceso, únicamente se necesita la firma del ministro del MOPC (ya no del presidente) para habilitar a los puertos privados, según Ledesma.
Con respecto a la documentación no hubo cambios, solo en el proceso de administración y resolución, que igualmente agiliza todo lo referente a la habilitación, especificó.
¿Más inversiones?
Si el campo continúa creciendo en rendimiento y se necesita una mayor cantidad de almacenamiento en puertos, el grupo empresarial estaría dispuesto a seguir invirtiendo para acompañar ese proceso, aseguró Ledesma.
Pero esta inversión debe ir acompañada de una necesidad real y sostenida, que pueda avalar los desembolsos de capital, insistió.
"Por ejemplo, para instalar un silo similar al que tenemos, tenemos que invertir entre US$ 8 a 10 millones. Esto significa que, si construimos otro silo, debe ser en base a la necesidad comercial", finalizó.