El ejecutivo conversó desde Bolivia, donde se encontraba por compromisos institucionales, pero siguió de cerca el comportamiento del último tramo del año. “Noviembre cerró muy bien y diciembre está mostrando señales muy alentadoras. Las ventas están yendo bastante bien y los supermercados estamos preparadísimos para las semanas fuertes que vienen”, afirmó.
Según Lezcano, el 2025 fue un año “muy positivo” no solo por el desempeño comercial, sino porque el crecimiento se mantuvo de forma sostenida entre 6% y 10% en comparación interanual, un dato que refleja una recuperación del poder adquisitivo y un mayor dinamismo económico.
Uno de los rasgos del año fue la apertura de nuevas tiendas —tanto de cadenas consolidadas como de grupos regionales— y la ampliación de superficies ya instaladas. Esta tendencia, lejos de generar preocupación, es celebrada por el gremio.
“Siempre que haya un supermercado nuevo lo vemos con buenos ojos. Eso significa competencia sana, trabajo formal y mejores condiciones para la gente”, apuntó Lezcano. Cada inauguración genera en promedio 100 empleos directos y 200 indirectos, lo que convierte al sector en un actor clave para la dinamización local, especialmente en ciudades del interior donde la llegada de grandes superficies impulsa el comercio circundante.
No obstante, el desafío de fondo sigue siendo la penetración de mercado. Actualmente, los supermercados representan apenas el 30% al 35% del total del comercio de alimentos del país. “Queremos ser mejores, crecer y tener más porción del mercado. El escenario está dado para invertir y seguir invirtiendo”, enfatizó.
El año también estuvo marcado por debates públicos sobre la evolución del precio del huevo, la carne y otros alimentos. Para Lezcano, la discusión debe ponerse en contexto: “Somos tomadores de precios. Si los costos suben, acompañamos la subida. No existe empresario que venda por debajo del costo”. Aun así, destacó que el comportamiento estable de la demanda permitió sostener el nivel de ventas.
Consultado sobre el avance del comercio electrónico, reconoció que el delivery, las plataformas virtuales y los sistemas de compra digital están creciendo, pero aún a un ritmo lento en comparación con otros rubros. “El consumidor paraguayo todavía quiere venir al local, caminar el piso, elegir con sus propias manos. Eso tiene un valor muy fuerte en nuestro país”, explicó.
Uno de los puntos sensibles del año fue el conflicto con la CEDECO por denuncias de productos vencidos. Lezcano aseguró que el episodio obligó al gremio a reforzar procesos internos y elevar estándares.
“Dentro de las crisis siempre hay oportunidades. Hoy estamos mucho más incisivos en los controles y en todo lo que hace a la trazabilidad y la inocuidad de productos frescos y no frescos”, señaló. El objetivo para 2026 es consolidar un sistema unificado de buenas prácticas entre los asociados y elevar la confianza del consumidor.
“Todo lo que hacemos es para el consumidor y por el consumidor. Esa es nuestra bandera”, aseguró.
Para el próximo año, Capasu proyecta fortalecer la expansión territorial, aumentar la participación de mercado y seguir profesionalizando la experiencia de compra. Lezcano afirmó que el contexto económico ofrece condiciones para invertir y que las cadenas están listas para acompañar la recuperación del consumo.
“Este fue un año que nos inspira a seguir mejorando el servicio, dar mejor calidad y, por qué no, expandirnos”, concluyó.