¿Cuál considera que es la principal habilidad que todo gerente debería tener (o desarrollar)?
La comunicación. Poder confiar en otras personas, delegar con responsabilidad y eficiencia. También es clave aprender de los errores, planificar, ver el futuro a través de los datos. Hay muchas habilidades blandas que se vuelven estratégicas en la gestión.
¿Cuál es su filosofía de trabajo?
Trabajar de manera inteligente, eficiente y transparente. Apostar siempre por la innovación en cada proceso de la empresa. Estar presente, involucrado y evolucionar constantemente con impacto real en las personas.
¿Cómo ve el crecimiento del rubro en Paraguay y el rol de Helpers en ese contexto?
Paraguay está cambiando muchísimo. Si bien seguimos rezagados frente a mercados como Colombia, Europa o Brasil, en los últimos años el crecimiento ha sido muy interesante. Creo que tenemos todo para exportar tecnología a otros países desde acá.
¿Qué momento de su vida marcó un aprendizaje importante en su carrera?
Cuando inicié Helpers tenía 30 años, estaba por ser papá por primera vez y llegó la pandemia. Tuve que reinventarme por completo. Fue como lidiar con un toro en un pasillo estrecho: hay que actuar, creer en uno mismo y crear soluciones en tiempo real.
¿Cuál considera que es su mayor fortaleza y debilidad?
Mi mayor fortaleza es la persistencia. Siempre repito: “Nunca dejes de golpear puertas”. Ejecutar, insistir, volver a intentar. Y mi debilidad tiene que ver con el exceso de emocionalidad que traemos muchos emprendedores. El emprendimiento es una montaña rusa de emociones, y a veces cuesta separar lo personal de lo profesional.
¿Un libro o podcast que todo ejecutivo debería leer o escuchar?
Hábitos atómicos (de James Clear). Es una guía clara para crear mejoras reales desde acciones pequeñas pero consistentes.
¿Cuál es su pasatiempo favorito?
Compartir con mi familia, jugar al tenis, ir al gimnasio. Equilibrar el trabajo con momentos personales es esencial.
¿Qué es lo último que hace siempre cuando termina de trabajar?
Agradecer. Siempre termino el día con gratitud por las oportunidades, por el proceso. Paso tiempo con mi familia, voy al gimnasio y trato de ver el vaso medio lleno.