¿Cuál será la primera tarea de la Campro en esta gestión?
Este año la Campro seguirá dándole su apoyo al Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP). Este es su segundo año y todavía no se están recibiendo los fondos establecidos por la ley. El dinero que debe recibir el instituto es el 50% de lo que se retiene de los servicios digitales. Hasta ahora (el ministerio de) Hacienda no cumplió.
El primer año lo entendimos, pero ahora llegamos al segundo y no tenemos respuestas al respecto. La Campro desea darle seguimiento. Ya se tomó una medida hace poco, contratamos a MF Economía para que trabaje en el aspecto financiero con la cámara. Si bien el monto que no se está transfiriendo al INAP no es muy grande para la industria extranjera, para nosotros es importante y podemos tener 20 películas anuales y coproducir. Cambiará la escena por el trabajo creado de forma directa y de manera indirecta.
¿La formación será otro eje de trabajo?
Armar Campro Educa es otro desafío. En realidad esto empezó años atrás, cuando no teníamos carreras de cine. Ahora sí las tenemos, pero igualmente queremos apoyar a la gente que está en proceso de formación. Lo queremos hacer más allá de los talleres, la idea es que puedan trabajar con empresas productoras.
Un programa de pasantías podría ser interesante para que estudiantes de las distintas instituciones participen en rodajes para curtirse. Ya tuvimos un convenio importante que cambió bastante el sistema del audiovisual publicitario. Implementamos que el 50% del pago por proyectos se tenía que abonar al inicio y gracias a eso no se bicicletean tanto los pagos. Queremos activar algo similar para los rodajes.
¿Se buscará apoyo y cooperación con empresas extranjeras?
Si, la internacionalización es otro eje. Lo dejamos mucho de lado por estar concentrados en el INAP. Pretendemos darle más apoyo a la Federación de Industrias Creativas (FIC), ponernos en contacto con personas para que den charlas, contactar con showrunners cinematográficos o grandes agencias publicitarias.
Asunción debería ser un hub audiovisual. Tiene los impuestos bajos y está ubicado en medio de todo. Para Latinoamérica es conveniente estar acá, pero no vendrán si no se dan una serie de factores.
¿Cómo se puede hacer para que la dirigencia política acompañe al sector?
Dos puntos son importantes. Por un lado, los números no mienten. Acá todavía toman a la industria audiovisual como un espacio conformado por gente que tiene como hobby tener una cámara. En otros países el audiovisual tributa más que los sectores tradicionales.
Explicar esto es importante. Campro ya hizo exposiciones sobre lo que puede generar invertir en este rubro. Debemos armar una presentación más didáctica para que los referentes políticos lo entiendan.
¿Y el otro punto?
Todos somos muy paraguayos, pero no lo aplicamos para nada. El cine es creación de identidad, propiamente. En Argentina el argentino es más argentino porque tiene 100 producciones al año. Esta parte es difícil, porque hay que entender la importancia de la construcción de la identidad y contagiar a los demás de dicho entendimiento.