La tierra guaraní es muy fértil y para comprobar solo tenés que tirar unas semillas en el patio y vas a ver que pronto crecerán. Lo primero que hay que hacer es limpiar el terreno, quitando las malezas y piedras, estableciendo un margen de entre 30 y 40 cm entre una y otra semilla. Se debe tener en cuenta la orientación, y la sombra generada por edificios, árboles, etc. Luego, los expertos recomiendan colocar abono, ya sea orgánico, es decir, preparado en casa o aquellos que se venden en los lugares especializados.
Otra opción es escoger plantar en macetas, mesas de cultivo o jardines verticales. La decisión dependerá del espacio que se disponga y la inversión que se quiera realizar. La primera opción (el de las macetas) resulta perfecta para principiantes y para aquellas personas que cuentan con pequeños espacios.
Hay semillas que no requieren de tratamiento previo y que permiten ponerlas directamente en su lugar definitivo, son cultivos fáciles de germinar y rápidos. Estas son poroto, lechuga, rúcula, espinacas, albahaca, cilantro y otros. Es mejor empezar con unos pocos cultivos, que sean fáciles, para ir de a poco a poco subiendo el nivel.
¿Cómo se siembra?
Existe un material muy interesante a la hora de comenzar la huerta en casa llamado Manual de Auto-Instrucción 4ª Edición, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Un compendio muy completo sobre todo lo referente a la huerta en casa en Paraguay.
En el manual dice que hay dos formas de sembrar las hortalizas. Siembra directa: las semillas se colocan directamente en el terreno definitivo donde crecerán. Este método se usa para hortalizas con semillas grandes que sean resistentes a las variaciones del clima. Ejemplo: zanahoria, cilantro, rábano; o bien el almácigo y transplante: se usa este método cuando la semilla es muy pequeña y necesita cuidados especiales para germinar. Ejemplo: lechuga, coliflor, tomate.
Además de entretener a los más chicos de la casa, cultivar alimentos contribuye a bajar la huella de carbono del hogar y, de paso, ayuda a consumir alimentos limpios sin pesticidas. La jardinería es considerada una gran terapia para grandes y chicos, ya que las personas que lo practican pueden sentirse conectados con la naturaleza y parte del entorno.
Esta forma de escape disminuye considerablemente el estrés y tiene beneficios en todo sentido. Es una actividad ideal para que lo practiquen todos los integrantes de la familia, debido a que favorece el trabajo mental y la autorrealización. Lo importante es informarse previamente, para luego planificar la huerta ideal.