Sobre esta afección muy común, y por la que muchas veces no se acude a consulta médica, conversamos con Rosalba Elizabeth Riveros Rivarola, especialista en medicina interna, dermatología, clínica estética y quirúrgica, y máster en enfermedades autoinmunes, para conocer los motivos que ocasionan la caída del cabello y los posibles tratamientos.
La profesional indicó que en la pandemia aumentó el número de consultas por caída del cabello, tras haber superado el COVID-19. Pero no solo este virus puede ocasionar el problema, sino cualquier cuadro viral como, por ejemplo, el dengue.
Otra causa frecuente que ocasiona este síntoma es el estrés, que puede ser tanto físico como emocional. En caso de estrés físico puede darse después de una cirugía importante o internación larga, “donde el cuerpo en sí entra en un estado que hace que el pelo se quede más en fase de reposo y luego se caiga”.
Una dieta estricta puede ocasionar déficit nutricional y por ende caída del cabello. En el tratamiento, tanto para el estrés físico y para el causado por déficit nutricional, se suele indicar como coadyuvantes suplementos como hierro, biotina (vitamina B), colágeno, taurina, sin que haya evidencia científica que los avale, pero se utiliza.
Existe una caída por tricotilomanía “donde el paciente se estira el pelo y va cortando con un tic nervioso”, dijo la doctora. Tanto en este caso, como en el causado por estrés emocional que se da por pérdida laboral, familiar, separación, mudanza, y en niños por problemas escolares, se acompaña también con tratamiento psicológico y psiquiátrico.
“Hay un tipo que es autoinmune, en el que el cabello cae por parches, que se llama alopecia areata”, agregó la especialista. En este caso los corticoides son la primera elección de tratamiento, pero en líneas generales esta afección se trata con minoxidil de manera tópica u oral.
Hay otra caída por parches, con escamas o con signos inflamatorios, denominada tiña, que se ve por lo general en niños. Se trata de un hongo en el cuero cabelludo y, en este caso, se deben realizar análisis clínicos, ya que el tratamiento es con antimicótico por vía oral, que puede ser griseofulvina o terbinafina, cuyas dosis se calculan de acuerdo al peso del paciente.
“Siempre buscamos una causa orgánica (puede ser déficit nutricional, enfermedad autoinmune, disfunción hormonal -como problemas de tiroides-)”, mencionó, y agregó que “si no hallamos nada tras los exámenes podemos concluir como que el estrés es el causante”.
Mencionó lugares de atención pública donde los afectados por este tipo de afección pueden recurrir, como el Hospital de Clínicas, el Hospital Nacional de Itauguá, y el departamento de especialidades dermatológicas del Hospital de Calle’i.