Rabello, explica que la decisión de cruzar la frontera no fue improvisada. “La decisión se basó en la seguridad jurídica que ofrece Paraguay, en su sistema tributario más equilibrado y en la menor burocracia en los procesos de importación y exportación. Estos factores crean un entorno favorable para inversiones de mediano y largo plazo”, señaló.
Sollar Machine es una compañía con más de 10 años de experiencia acumulada por sus socios en sistemas de generación de energía solar y en desarrollo de software para monitoreo especializado. Es un combo poco común en la región: ingeniería pesada, hardware, software y capacidad de ejecución.
“Ese mix —explica Rabello— nos permite abordar proyectos de alta complejidad como un centro de datos fotovoltaico pensado para operar con eficiencia y orientado principalmente a la exportación”.
La llegada a Paraguay: papeles, mudanzas y la fase cero
Hoy, el proyecto se encuentra en una etapa estratégica: la migración de socios, la formalización de la empresa en Paraguay y la preparación del área industrial, que será responsable de producir componentes de procesamiento y redes. Recién después de eso arrancará la construcción del primer datacenter.
Desde Brasil, Rabello cuenta que viene viajando constantemente para ajustar detalles y avanzar en los trámites. “Estamos muy enfocados en estructurar bien la base. Sin esa columna vertebral no podemos levantar un centro de datos”, afirma.
Apoyos institucionales que hicieron la diferencia
El desembarco, según Rabello, no habría sido igual sin un acompañamiento público sólido.
“El trabajo conjunto de todas estas entidades —Consulado, Rediex, MIC y Migraciones— es esencial para viabilizar la implantación de la industria en el país”, aseguró.
Detuvo el ritmo para destacar un actor en particular: “El MIC nos dio un apoyo realmente acogedor. Nos sentimos orientados y respetados desde el inicio”.
Empleo, industria y un plazo concreto: 3 centros de datos en 15 meses
La inversión inicial estima la creación de 20 empleos directos, pero la empresa proyecta un crecimiento progresivo. “A medida que aumente la demanda de clientes e inversionistas, existe potencial para ampliar la estructura”, adelantó el ejecutivo.
El plan es ambicioso: tres centros de datos solares en 15 meses, cada uno con un costo cercano a US$ 9 millones. Un paso fuerte para la industria energética y tecnológica del país.
Sollar Machine ya tiene obras importantes en Brasil —como las usinas solares de Porto Real y Sepetiba— que sirven como referencia de su capacidad de ejecución. Rabello envió incluso videos de las construcciones en tiempo real, mostrando equipos, estructura y procesos.
“Paraguay nos recibió con respeto y cariño”
Hacia el final de la conversación, Rabello dejó una reflexión que da una idea del clima que encontraron: “En nombre de la alianza y de la buena recepción que este país nos ha brindado, no podría ser diferente. Nos sentimos bienvenidos y respaldados para desarrollar nuestro proyecto”.