El titular del MIC, Luis Alberto Castiglioni, lidera la iniciativa y la Secretaría Ejecutiva se halla a cargo del viceministro de Industria, Francisco Ruiz Díaz. Según el ministro Castiglioni, el documento es un paso fundamental para la fortaleza institucional que marcará el futuro de todas acciones y políticas este año.
“Es un documento sumamente rico y nos da las grandes referencias para que empecemos a trabajar con eficiencia, con objetivos concretos y claros, con eficacia para alcanzar lo que nos proponemos”, contó.
Las casi 60 líneas enfatizan al área de transporte, logística. Y el propósito principal es el inicio del ciclo de sustitución de los derivados del petróleo, para movilizar la fuerza productiva, además de orientarse hacia recursos naturales renovables.
Destacó asimismo que Paraguay es uno de los pocos países en el mundo, cuya matriz es 100% limpia y renovable.
“Nuestra energía eléctrica, nuestra energía hidroeléctrica, abundante en este momento, tiene que empezar a cumplir el papel de sustitución de derivados del petróleo, a través de uno de los factores que vamos a trabajar, y que está contemplado dentro de la estrategia nacional de movilidad eléctrica, que va a sustituir progresivamente a la movilidad de derivados del petróleo”, aseveró.
Por otra parte, destacó que se trata de una oportunidad para impulsar el desarrollo del sector industrial automotriz paraguayo, con énfasis en la movilidad eléctrica.
“Una industria que puede cambiar gran parte de la fisonomía económica paraguaya con el tiempo, una industria que nos puede posicionar de manera diferente en la región y en el mundo”, refirió.
Sin huellas de carbono
En otro orden, subrayó que por observaciones satelitales, “el Paraguay prácticamente no tiene huellas de carbono, hasta diría que tiene una huella negativa”.
Aun así, aseguró que trabajarán en pos a esta responsabilidad y vigilarán cautelosamente el desarrollo próspero de la industria y su objetivo de impedir que se fuguen estelas de carbono.
Acuerdo de París
En consonancia con los objetivos fijados del Acuerdo de París, el secretario de Estado, reconoció que Paraguay debe paliar las consecuencias de un desarrollo que ha priorizado el crecimiento económico, sin contemplar la posibilidad ambiental y social.