“Iniciamos oficialmente el primer periodo de vacunación correspondiente al año 2021, oportunidad en la que buscaremos inmunizar 14 millones de bovinos contra la fiebre aftosa y 1 millones de hembras de entre seis a ocho meses contra la brucelosis”, manifestó durante el acto de lanzamiento, el titular del Senacsa.
Pese a las trabas y dificultades que tuvo que enfrentar el sector ganadero durante el 2020 a consecuencia de la pandemia y también de la prolongada sequía, según Camperchioli, se logró cumplir con la campaña anterior y cerrar un buen año. “El sólido sistema de colaboración público-privado de la producción ganadera paraguaya permitió mantener bajo extrema normalidad el funcionamiento del sistema sanitario, adecuándose a todos los recursos de la manera más eficiente posible, con el objetivo de dar tranquilidad y estabilidad a los consumidores”, resaltó.
Destacó también la buena performance de la carne paraguaya a lo largo del año pasado, “la cual contra todo pronóstico pasó a tener un rol fundamental en el mantenimiento de la economía nacional”, expresó.
“Logramos un récord histórico de exportación de carne al alcanzar las 271.000 toneladas luego de seis años, así como también un aumento en el peso de faena y un incremento en el hato ganadero por segundo año consecutivo. Si bien podemos decir fue un año duro, finalmente, fue un año en el cual quedamos parados”, enfatizó.
Por su parte, el presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Pedro Galli, quien también participó del evento, afirmó que la alianza público privada entre la ARP y el Senacsa, a través de Fundassa (Fundación Servicios Salud Animal), es la muestra clara de lo que se puede lograr cuando existe la voluntad de llevar adelante proyectos con objetivos claros que beneficien al sector.
No obstante, Galli reconoció que aún queda mucho camino por recorrer para valorizar la carne nacional, sobre todo en beneficio del productor que sigue siendo el eslabón más débil de la cadena. “Necesitamos seguir invirtiendo y peleando para hacer crecer a toda la cadena de valor con base en una ganadería pujante, tecnificada y de alta genética, que provea un producto terminado de calidad, así como también, posicionar nuestra marca país en nichos de mercados de alto valor”, precisó.
Subrayó que el trabajo en conjunto es la clave para alcanzar esas metas y para que sea factible, los riegos y los beneficios deben ser compartidos entre el productor primario y la industria.
“Mirando las estadísticas divulgadas por el Senacsa referente al récord de exportación podemos decir que están muy acordes a nuestro merecido lugar entre los grandes del mundo. Sin embargo, lamentablemente, debajo subyace una realidad muy distinta mirando desde el punto de vista del productor. No estamos recibiendo estos ingresos en la misma proporción, en realidad para el productor fue año desastroso, tal vez para la economía nacional fue bueno, pero para el productor fue bastante malo”, mencionó.
“Somos conscientes de que necesitamos la industria y valoramos el inmenso esfuerzo que hicieron tanto para crear esta infraestructura manufacturera como en la colocación del producto en el mercado internacional, pero no hay equidad. La dominancia de empresas multinacionales que controlan el flujo de mercaderías hacia el exterior produce una inmediata sobreoferta interna que genera una caída de los precios, siendo un mecanismo sutil, eficiente y perverso que perjudica al productor ganadero”, indicó.
En ese sentido, solicitó al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, presente también durante el acto, que el Gobierno establezcan reglas claras, transparentes, que puedan evitar las inequidades que terminan beneficiando excesivamente a unos, en detrimento de otros.