Hoy en día, es considerado sinónimo de tradición. Fundado en 1954 en pleno centro de Asunción, el local fue testigo del devenir de la ciudad y de los festejos de cada partido, ya sean los clásicos o el de la albirroja. Desde Lido buscaron ampliarse y crear un nuevo espacio para seguir escribiendo historia. Es así que inauguraron "La Terraza", un espacio que conjuga el aire libre, la modernidad y la esencia cálida que lo hizo perdurable a través del tiempo.
Para Micaela Garcete, gerente de Relaciones Públicas del Lido Bar, esta nueva apertura no es simplemente una expansión física: “Abrir un nuevo espacio como La Terraza representa para nosotros un paso adelante en nuestro compromiso con ofrecer siempre lo mejor a nuestros clientes. Significa también renovar nuestra propuesta sin perder la esencia que nos identifica: una cocina con historia, sabor y tradición. Queremos brindar una experiencia distinta, más abierta, más conectada con el ritmo actual de la ciudad, pero sin perder ese espíritu familiar y cálido que nos caracteriza”, destacó.
“La Terraza tendrá una ambientación acorde con nuestra esencia, la clásica barra, mesas y sillas, con opciones de menú exclusivas, cócteles y platos ideales para compartir entre amigos y familia. Lanzamos además promociones de tragos para after office y ser testigos del atardecer”, agregó Garcete.
Desde su fundación hace más de siete décadas, Lido Bar no solo ofreció comida: ofreció pertenencia. “Ser parte del centro histórico desde el año 1953 nos convierte en un referente gastronómico, y también en un testigo del desarrollo de Asunción”, recordó Garcete. Con el correr de los años, generaciones de clientes se convirtieron en fieles fanáticos. “Esa comunidad fanática que nos acompaña es la que hace posible que sigamos creciendo con el mismo amor por la cocina y por el servicio”, dijo.
Lido Bar siempre se caracterizó por su menú variado, desde empanadas hasta caldos, pero entre toda su variedad hay una que se volvió insignia: el famoso "pira caldo" (sopa de pescado en español). “Sin dudas, sigue siendo el ícono más representativo. Es especial porque resume lo que somos: sabor casero, tradición, calidad y autenticidad, es un plato que nos acompaña desde los inicios, preparado con la misma receta y el mismo cuidado, y que ha generado un vínculo emocional con nuestros clientes”, contó Gabriela.
El Lido Bar es también un caso de adaptación. Aunque se mantiene fiel a su cocina paraguaya, supo atender los nuevos gustos de las generaciones más jóvenes. “Mantenemos nuestras recetas más emblemáticas, pero también exploramos nuevas formas de presentación, ingredientes alternativos y opciones más livianas o adaptadas a diferentes estilos de vida”, comentó Garcete.
Si bien “La Terraza” es el nuevo capítulo, el sueño de seguir expandiendo la experiencia Lido no se detiene. “Siempre estamos abiertos a nuevos desafíos y soñamos con llevar la experiencia del Lido a otros puntos del país”, reconoció. Aunque no hay anuncios concretos, ciudades como Luque aparecen como posibles nuevos destinos para sucursales. “Creemos que Lido Bar es parte del alma gastronómica del Paraguay. Representa ese lugar donde la comida tiene sabor a hogar, donde los platos cuentan historias y donde se celebra la cultura paraguaya a través de sus sabores”, enfatizó.