El anuncio fue oficializado por la propia corredora en un acto del que participaron el viceministro de Rediex, Javier Viveros, autoridades del Comité Olímpico Paraguayo (COP) y representantes de la Secretaría Nacional de Deportes, consolidando el respaldo institucional a un proyecto de alcance global.
“La verdad, creo que recién lo asimilé cuando vi el calendario confirmado y entendí que era real. Fue una mezcla de orgullo, emoción y responsabilidad enorme”, expresó Lafarja en diálogo con InfoNegocios. “Pensé en todo lo que costó llegar hasta acá, en el camino recorrido y en cómo cada paso me fue preparando para esto. Ser la primera paraguaya en correr una temporada completa del WRC es un sueño hecho realidad, pero también una oportunidad para abrir puertas a más mujeres en este deporte”, agregó.
La piloto paraguaya llega al Mundial con este CV: tres participaciones en el Rally Dakar, y dos títulos en el Rally del Chaco, una de las competencias más exigentes del calendario sudamericano. En el WRC, Lafarja no solo será la única mujer en su categoría, sino también la primera representante paraguaya y latinoamericana en ese nivel.
La temporada 2026 contempla siete fechas mundialistas, con inicio en el emblemático Safari Rally de Kenia en marzo y cierre en Arabia Saudita en noviembre. Además, competirá en las categorías WRC Masters Cup y WRC2 Challenger, integrando el MSI Racing Team, con base en Madrid, y soporte técnico de Toyota Gazoo Racing Spain. Al volante estará un Toyota GR Yaris Rally2 de última generación.
Sobre el salto cualitativo que implica el Mundial, Lafarja explicó que se trata de un desafío completamente distinto. “El WRC tiene una exigencia completamente diferente. Son caminos, terrenos y condiciones muy variados, además de un nivel de competencia altísimo”, señaló. “En el Dakar uno pelea contra la resistencia y el desierto; en el Chaco, contra el calor y la dureza del terreno. En el Mundial, todo es precisión, estrategia y adaptación constante”.
Lejos de sentir presión por ser la única mujer en la categoría, la piloto afirma que ese factor actúa como un impulso extra. “Sin dudas, como motivación. Ser la única mujer me da más fuerza. Me impulsa a demostrar que las mujeres también podemos competir al máximo nivel, con la misma pasión, entrega y profesionalismo que cualquier piloto”, sostuvo. “Claro que hay momentos de presión, pero aprendí a transformarla en energía positiva”.
Más allá de los resultados deportivos, Lafarja remarca el valor simbólico de su participación. “Quiero dejar una huella, no solo por los resultados, sino por lo que significa llegar hasta ahí”, afirmó, subrayando el impacto que este paso puede tener en el automovilismo paraguayo y en las nuevas generaciones.
Esto no es solo un logro personal: es un paso para el automovilismo paraguayo y para todas las mujeres que sueñan con llegar lejos. Espero que esta experiencia sirva para inspirar a más chicas a animarse, a creer en su fuerza y en su pasión”, finalizó.