La recolección y eliminación inadecuada de desechos plásticos más grandes conocidos como macroplásticos son las principales fuentes de contaminación plástica según el informe Global Plastics Outlook. Sin embargo, las fugas de microplásticos (polímeros sintéticos de menos de 5 mm de diámetro) de cosas como gránulos de plástico industrial, textiles sintéticos, marcas viales y desgaste de neumáticos también son un problema grave.
Este informe se dio a conocer antes de las conversaciones previstas con la ONU sobre la acción internacional para reducir los desechos plásticos, de manera a unir los esfuerzos para aumentar las acciones y políticas para luchar contra esta realidad. Con la pandemia se redujo 2,2% del consumo de plástico, pero con la recuperación de la economía, el consumo se normalizó.
Otro punto que destaca el informe es que la mayoría de los plásticos que se usan hoy en día son plásticos vírgenes o primarios, hechos de petróleo crudo o gas, y que la producción mundial de plásticos a partir de plásticos reciclados si bien se ha cuadruplicado, sigue siendo solo el 6% del tamaño de la producción total de plásticos.
Estadísticas marcan un negro panorama
Este informe realiza un recordatorio clave, de que los plásticos representan el 3,4% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Solo 9% de los desechos plásticos se recicla (el 15 % se recolecta para reciclar, pero el 40% se desecha como residuo), 19% se incinera, y 50% acaba en vertederos.
22% de estos desechos plásticos evade los sistemas de gestión de residuos y va a vertederos no controlados, se queman a cielo abierto o acaban en medios terrestres o acuáticos, especialmente en los países más pobres.
En 2019, 6,1 millones de toneladas de desechos plásticos se filtraron en ambientes acuáticos y 1,7 millones de toneladas fluyeron hacia los océanos. Ahora hay un estimado de 30 millones de toneladas de desechos plásticos en los mares y océanos, y otros 109 millones de toneladas se han acumulado en los ríos.
Este informe considera oportuno trabajar en políticas para reducir estos alarmantes índices, mediante la adopción de medidas, y la cooperación internacional, la inversión en innovación y tecnología para el desarrollo de alternativas respetuosas con el medio ambiente, así como esfuerzos para mejorar la gestión de los residuos y aumentar el reciclaje.