En su parte trasera destacan dos elementos. El primero está formado por dos piezas de goma que mejoran el agarre y hacen que sea más difícil que se escurra de las manos durante las partidas. El segundo, cuatro pequeñas zonas que vibran y consiguen así una mayor inmersión en el juego. Acer lo llama Predator TacSense y se basa en dos motores de retroalimentación parecidos a los que se utilizan habitualmente para que vibren los teléfonos móviles, con la diferencia de que éstos reaccionan a lo que está ocurriendo en la pantalla. Para ello es indispensable que los juegos estén diseñados para esta característica y, actualmente, en Google Play sólo hay 13 alternativas: Grand Theft Auto San Andreas o Angry Birds Friends se encuentran entre ellos. También la incorpora Asphalt 8: Airbone, un título que viene preinstalado y que permite, por ejemplo, notar la vibración propia de la conducción sobre tierra.
Acer Predator 8 incorpora una pantalla de 8 pulgadas con resolución Full HD y tecnologías como IPS, Zero Air Gap, Predator ColorBlast y Predator Precision Plus. En conjunto, proporcionan un mejor ángulo de visión, minimizan los reflejos, brindan un mayor rendimiento del color o mayor precisión en el reconocimiento táctil. De hecho, al visualizar las imágenes se percibe una definición óptima y colores muy vivos e intensos. Tanto, que no se echa de menos una resolución superior.
Además de la calidad de imagen y el sonido, es indispensable que el dispositivo cuente con una configuración adaptada a los requerimientos de los títulos más exigentes. En este caso, integra un procesador Intel Atom x7 de cuatro núcleos con soporte para 64 bits; uno de los primeros SoC de Intel fabricados con un proceso de 14 nanómetros, lo que supone un mejor rendimiento y menor consumo energético que generaciones anteriores. También incluye gráficos Intel de octava generación, 2 Gb de memoria RAM y 32Gb de almacenamiento ampliables por microSD.