"Esto indudablemente tiene un impacto en la generación de empleo y sobre la rentabilidad de las empresas. En principio, buscamos promover la idea de poder utilizar la tarjeta de crédito como una herramienta de consumo, sin embargo, como este tema está judicializado (tema límite de tarjetas de crédito), no es una alternativa potable en estos momentos. Pero sí estamos trabajando en otras acciones que permitan reactivar el comercio, resguardando todas las medidas sanitarias", declaró Ramírez.
Para sortear este difícil momento no solo es necesario acceder a financiaciones con tasas atractivas o hacer ajustes en la estructura del fisco, según Ramírez, sino que urgen tomar medidas acertadas para mitigar la incertidumbre en los sectores económicos, que están tratando de reanudar sus operaciones y reincorporar a sus funcionarios.
Hay casos en que las empresas están retomando a sus actividades con todos sus funcionarios, “pero la baja demanda de productos o servicios hacen que dicho esquema no sea rentable conforme a la necesidad de cada firma”, manifestó.
Por otra parte, Ramírez resaltó que todas las empresas deben ser beneficiadas por las medidas financieras otorgadas por el Estado, a través de sus distintos programas o acciones, ya que todas se conectan en mayor o menor medida.
Por ejemplo, las grandes o medianas empresas pueden trabajar directamente con empresas de menor tamaño para la provisión de ciertos artículos o incluso para abastecer la demanda de la ciudadanía, explicó.
"Las promociones son fundamentales para la reactivación del consumo, así como el cumplimiento pleno de los protocolos en todos los comercios. Existe un temor a salir, porque se tiene miedo al contagio, por eso debemos ser rigurosos al momento de cuidarnos y cuidar a los demás, para que tengamos una reactivación que nos beneficie a todos", subrayó.
Consultado sobre el nivel de caída en el consumo, el economista mencionó que depende del rubro, pero estiman que el sector de servicios fue el más golpeado, por ejemplo, con una caída de entre 80% y 100% −especialmente quienes trabajaban con el sector eventos− en el sector gastronómico, una caída de 60% a 80% en los sectores de limpieza, logística, transporte fluvial y caída de un 50% en los ingresos del sector publicitario.
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Desde el punto de vista industrial, cayó la producción de la industria papelera, textil, autopartes, entre otros, y también el comercio en general tuvo una fuerte caída en sus distintos segmentos, tanto en el comercio de frontera como en los comercios de todas las zonas de nuestro país.
Y toda esta caída, impacta directamente en el nivel de la recaudación fiscal y pone en jaque el funcionamiento normal de las empresas, concluyó.