“En años anteriores, en Año Nuevo -al igual que en toda la temporada alta- Encarnación tenía como principal cliente al argentino. El 60% de la participación les correspondía, pero este año se llegó a los mismos niveles con frontera cerrada”, expresó Arce, quien manifestó que tal indicador es curioso y bastante alentador.
No obstante, Arce sostuvo que es difícil afirmar o dar un pronóstico de lo que ocurrirá en el resto de enero y febrero, porque la costumbre de reservaciones es distinta en el turista argentino y en el paraguayo. “Los argentinos habitualmente reservan con mucha anticipación sus hospedajes, en cambio, los turistas paraguayos no se toman el tiempo para realizar las reservas”, comentó.
Asimismo, indicó que es tanta la diferencia en la previsibilidad que antes en noviembre los hoteles encarnacenos ya contaban con un pronóstico y en esta temporada las reservas para enero y febrero figuran como bajas. No obstante, contó que hasta el 26 de diciembre más o menos las reservas para Año Nuevo no eran significativas e igualmente se observó una gran cantidad de gente durante el fin de semana largo en las playas de Encarnación.
“Los clientes habituales preguntaban si esta semana había lugar en los hoteles y era imposible encontrarles alguno porque todo estaba lleno. Esto da la pauta de que en las próximas semanas la ciudad seguirá con un movimiento interesante”, subrayó Arce.
En complemento, recordó que Encarnación es una ciudad limpia, segura y con una hotelería únicamente superada por Asunción a nivel nacional.
A la vez, el presidente agregó que hay oferta de hoteles para todos los gustos. En total son 40 establecimientos de los cuales cinco son de gama alta y el resto está completamente diversificado. También resaltó que la gastronomía, las actividades de ocio y otros atractivos tampoco están fuera del nivel que se maneja en el mercado local.
Por otra parte, Arce argumentó que las playas -principalmente la San José- están muy controladas y que no solamente se quedaron con la aprobación del protocolo como una cuestión burocrática. “No se puede ingresar a la playa sin tapabocas y se realiza el control de temperatura a los visitantes. Hasta la fecha los hoteles no registraron casos de COVID-19, lo cual marca la pauta de que existen cuidados”, enmarcó.
Reactivación económica
En lo que respecta a la situación económica general de Encarnación, Arce declaró que está convencido de que los apoyos estatales a los comerciantes de la zona más el movimiento económico que se está generando ahora harán que se mitigue parte del impacto negativo que tuvo el COVID-19. Al mismo tiempo, mencionó que aunque existan estigmas sobre los precios en Encarnación, la relación precio/calidad que manejan en esta temporada (e incluso en años anteriores) ayudan a que los turistas se animen a ir a la ciudad.
“El turismo es transversal, no favorece solamente a la hotelería, cuando hay gente, el taxista, el comerciante, el gastronómico, la estación de servicio y otros rubros están bien. Actualmente estamos viendo la reactivación de estos sectores, al igual que en otras ciudades veraniegas”, finalizó.
A pesar del cierre de frontera, Encarnación iguala el nivel promedio de visitantes de la temporada pasada en Año Nuevo
Según el presidente de la Asociación Hotelera de Itapúa, Estanislao Arce, la afluencia de visitantes está a un nivel normal en la comparación anual, sin embargo, lo novedoso es que se haya logrado gran participación sin la presencia de los turistas argentinos.