“La campaña Muñecos Anti-Abuso nació por una necesidad social de ese momento, donde se hizo emblemático el caso de una niña de 12 años, que hoy en día es madre. Entonces viendo ese contexto, decidimos trabajar esta idea con Amnistía Internacional y Laboratorio Díaz Gill, y así nacieron Aramí y Amaru, que son los primeros muñecos anti-abusos del mundo”, indicó Albert Cabrera, director creativo de Kausa.
La iniciativa, que busca erradicar y denunciar el abuso infantil en todas sus esferas, ya logró previamente reconocimiento local al obtener el premio “Mejor Idea del Año” en los premios Tatakuá.
“El desafío estuvo en cómo implementar en los muñecos ese espíritu educativo, y luego de varias experiencias terminamos agregando a los mismos, unos dispositivos tecnológicos en ciertas áreas prohibidas que al ser presionadas lanzan mensajes como “no me toques ahí”, “sacá tu mano” o “si me haces daño le cuento a mamá”, entre algunos sonidos”.
Asimismo, para lograr una mayor eficacia en todo el país, también fue creada una edición de los muñecos en idioma guaraní. En cuanto a la cantidad de muñecos fabricados, en principio fueron entregados 100 muñecos a referentes de la sociedad, y en segunda instancia se crearon unos 1500 muñecos que fueron entregados al Ministerio de Educación, quién se encargó de incorporarlos a su Plan Educativo Anual.
“Hace aproximadamente una semana llegó una tanda de los muñecos a Sudáfrica, aunque estamos recibiendo pedidos de distintas partes del mundo, como Argentina, España, Estados Unidos, Francia, entre otros”.
Dentro de las instituciones que apoyaron la campaña, también se encuentra Unicef Internacional.
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El conocido portal web Playground realizó un video exclusivo sobre los muñecos para compartir con el mundo los objetivos de la campaña.
Por último, cabe destacar que además del reconocimiento en la categoría de Ambient, la campaña logró posicionarse como finalista en la categoría de Direct, siendo así la única idea paraguaya premiada en la presente edición de los Soles bilbaínos.