¿Cómo empezó su carrera empresarial?
Estudié ingeniería industrial en la UNA y durante ese tiempo comencé a trabajar en la empresa familiar, Itarendy SA. Después de un tiempo decidí salir para trabajar en otro ámbito y cambiar de horizonte. Creé una empresa de informática con un amigo, Taller de Ideas, y después decidí, nuevamente, hacer un cambio y volví a trabajar en la empresa familiar por pedido de mi padre. Y desde ese momento, hace 15 años aproximadamente, trabajo en nuestra empresa. Somos la segunda generación, junto con mi hermano, a cargo de la firma.
También por mandato de la empresa incursioné en la actividad gremial, sobre todo en el sector metalúrgico. Ingresé a la comisión directiva del Cime como secretario hace nueve años aproximadamente. Luego de dos periodos en el cargo de la secretaría, accedí a la presidencia hace cinco años.
En el medio cursé una maestría en marketing y dirección comercial para ampliar un poco más los horizontes de ingeniería industrial. Hoy sigo en el Cime nuevamente como secretario, acompañando a la comisión directiva y al presidente actual.
¿Qué obstáculos encontró para desarrollarse como empresario?
Uno sale de la facultad con muchos conocimientos teóricos, pero la verdad es que uno va adquiriendo la experiencia a medida que avanza en la vida. Muchas veces los problemas no pasan por resolver un problema matemático, sino son temas de negociación los que uno tiene que ir aprendiendo.
También nuestro intento con la empresa de salir al exterior y exportar nuestros productos fue un desafío. Llegar con productos de origen paraguayo a los mercados brasileño, argentino y chileno fue muy desafiante, pero por suerte lo logramos con bastante éxito.
¿Cuál considera que es su mayor éxito como empresario?
La apertura del mercado chileno, que es un mercado con una competencia muy amplia, ya que tienen acuerdos comerciales con países de Asia, con el Mercosur. Prácticamente tienen una libertad completa de mercado, y entonces uno tiene que competir con productos chinos, chilenos, de otros países de América. Entrar ahí como proveedor de suministro de soldadura con un producto paraguayo, y que un soldador lo pruebe y diga que es un buen electrodo, son cosas que en su momento me dieron piri, me emocionaron. Para mí es un logro muy grande.
¿Qué consejo le hubiera gustado recibir cuando estaba iniciando su carrera empresarial y se lo daría a otro empresario ahora?
Que hay que estar siempre preparado para tomar las oportunidades. Las oportunidades se presentan, y si uno no está listo para tomarlas, pasan de largo. Uno siempre tiene que estar listo, no solo para tomarlas, sino para identificarlas, en primera instancia, y luego tomarlas.
¿Qué bondades y defectos tiene el empresario paraguayo?
En general, como tenemos una población bastante joven, los empresarios, los propietarios también lo son, y creo que eso es una ventaja. Como dificultad veo algo que es más inherente al mercado, como la alta dependencia de los países limítrofes, en el rubro metalúrgico particularmente. En otros rubros no es tan incidente eso, pero en el nuestro sí, y eso nos dificulta un poco el trabajo.
El empresario actual ¿debe tener alguna formación profesional relacionada con el mundo de los negocios?
Yo creo que es necesario. Uno puede adquirir conocimientos en el mundo de los negocios empíricamente o con el simple caminar. Pero hay herramientas que son esenciales para empresas y que uno las adquiere solamente con un estudio universitario, ya sea de grado o de posgrado.
¿Un libro que todo CEO o gerente general debería leer al menos una vez en su vida?
No puedo recomendar ninguno porque no soy muy de leer libros de ese tipo, enfocados en los negocios o en la actividad de los ejecutivos.
¿Es el Estado un aliado o un problema para el empresario? ¿Qué le reclamaría?
El Estado paraguayo tiene sus ciclos, y esos ciclos son los que a veces afectan demasiado a la economía. Por ejemplo, los ciclos eleccionarios: hace poco tuvimos unas elecciones, a finales de abril, y una asunción presidencial recién en agosto. Ese es un ciclo demasiado prolongado y que genera demasiada incertidumbre. Y en todo ese periodo de cambio, la economía prácticamente se estanca. Yo creo que esas cosas tienen que cambiar. La economía no puede ser tan dependiente de esos ciclos políticos. Por ejemplo, la obra pública sí o sí genera movimiento en la economía, Pero cuando ocurren estos ciclos eleccionarios -y tienen los retrasos propios de un proceso lento-, se ve demasiado afectada la economía.
¿Cuál es su recomendación para mantener a su equipo motivado?
Hacer siempre lo mismo que uno le pide a su gente. Si voy a pedirle a alguien que vaya a visitar a un cliente y que le muestre cómo tiene que soldar, yo también tengo que estar capacitado para hacerlo y mostrar que es así.
¿Cómo lidia con el estrés que produce la actividad empresarial?
Deporte, cocina, música, son actividades que me liberan. Cocino mucho, hago mucho deporte, y de vez en cuando agarro la guitarra y desafino algunas notas.