¿Qué planes y proyectos tiene a partir de su nuevo cargo?
El nuevo cargo implica una serie de planes y proyectos para fortalecer la gestión en el ámbito agropecuario. Entre las prioridades se encuentra fortalecer la relación con las regionales de la ARP y empoderarlas. También impulsar la aprobación de una ley que prohíbe la producción o importación de proteína animal generada en laboratorio, para proteger la producción nacional y al consumidor. Además, se planea iniciar las primeras clases en la Universidad Rural del Paraguay, modernizar los controles de tránsito de ganado y combatir el abigeato, así como fortalecer la Fundación Servicios de Salud Animal (Fundassa) y elaborar el master plan del predio de la Rural para mejorar las finanzas institucionales.
¿Cuáles son sus prioridades para el sector ganadero?
Las prioridades del sector ganadero se centran en la seguridad física y jurídica en áreas urbanas y rurales, así como el fortalecimiento de las instituciones y el Estado de derecho. Desde la ARP, trabajamos en asociación público-privada para desarrollar sistemas como Fundassa y Colcat, logramos avances significativos, como la clasificación de canales bovinos nacionales, la protección de la denominación de la carne y la implementación de sistemas informáticos modernos. Además, impulsamos la ley de trazabilidad del ganado y logramos una protección sanitaria del ganado del 99% a través de Fundassa. Estas acciones apuntan a la creación del Instituto Paraguayo de la Carne y a la apertura de nuevos mercados, así como a mejorar los precios para los productores.
¿Cómo ve el impacto de la economía en el sector?
Paraguay muestra una responsabilidad financiera equilibrada, lo que le permite prever varios escenarios económicos, incluyendo el impacto del dólar sin debilitar su moneda local, el guaraní. Sin embargo, en la ganadería, los desafíos naturales como sequías e inundaciones están fuera de su control, al igual que los precios internacionales. El país busca posicionar su carne como marca premium en el mercado internacional para mejorar sus márgenes de exportación. Aunque solo consume el 30% de la carne que produce, la exportación genera ingresos significativos en divisas, beneficiando a más de 300.000 personas en toda la cadena de valor y teniendo un impacto social positivo en la economía nacional.
¿Qué medidas propone para diversificar la producción agropecuaria?
Con la ley de trazabilidad del ganado, vamos a tener un panorama mucho más amplio de la realidad de los productores en cada rincón del país. Esto, junto con los programas y acuerdos existentes con las instituciones públicas relacionadas directa o indirectamente con la producción, nos permitirá proyectar y trabajar en realidades que impliquen una relación costo-beneficio en distintos plazos. Por ello, el Instituto Paraguayo de la Carne es una propuesta que puede permitir alcanzar los objetivos de los diferentes sectores involucrados en la producción.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta el sector?
La seguridad física y judicial sigue siendo uno de los grandes desafíos. A esto se suma mantener el estatus sanitario en la producción, lograr financiamiento accesible con tasas bajas considerando los periodos naturales adversos, y ampliar los mercados para obtener un precio justo para el productor.
¿Qué mensaje tiene para los productores agropecuarios paraguayos?
Los desafíos deben encontrarnos a los productores rurales unidos. Necesitamos que los ciudadanos, que se benefician de los frutos de la producción, conozcan los esfuerzos diarios de toda la cadena de valor. Ese plato de comida con verduras, lácteos y carne es la culminación de un proceso que implica grandes inversiones de capital, energía y tiempo. Estos resultados generan beneficios directos e indirectos para todos los paraguayos.