Ya en el 2020, el estudio e incremento del salario mínimo proporcional a la inflación fue suspendido excepcionalmente por el impacto económico que generó al país el aislamiento preventivo en el marco de la emergencia sanitaria por COVID-19. No obstante, Duarte y otros representantes de la mesa de análisis, por el lado del sector obrero, consideran que este año la situación no debe ser la misma.
“El año pasado existió una gran incertidumbre, una situación mucho más impredecible, en un contexto en el que no teníamos ninguna posibilidad de divisar el futuro. No digo que el panorama no esté incierto, pero ya existe uno más clarificado”, expresó el presidente de la UIP, y apeló a la toma de medidas teniendo en cuenta que hoy, ya existe una cantidad considerable de datos de exportación, ventas y compensación de pérdidas que aseguran un colchón a la economía; se trata de datos respaldados por el BCP, el ministro de Hacienda y varios informes económicos internacionales.
Considerando que la propuesta de ajuste debe ser remitida por los sectores ante la comisión antes del 30 de junio, la agilidad en la respuesta y la concreción no está siendo rápida, según Duarte, y existe una preocupación ante esta lentitud. “Hasta hoy no hay nada concreto, creo que a esta altura ya se debió haber decidido”, consideró.
¿En qué afectaría la toma de la decisión?
Dentro de los riesgos que podría acarrear dilatar la medida un año más, se encuentra la dificultad de seguir construyendo la formalización de las empresas, ya que al menos desde el gremio de la UIP se busca incentivar el trabajo formal y condiciones que favorezcan la seguridad social de los colaboradores, así como mayores inversiones.
Por otra parte, la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en el periodo junio del 2020 a mayo del 2021 es de 3,7%, según el BCP. Teniendo en cuenta esto y que en el 2020 no existió ningún aumento del salario mínimo, la variación total de junio del 2019 a mayo de este año totaliza un 4,4%. El titular de la UIP advirtió que si no se establece un incremento ahora, la acumulación de esas variaciones a lo largo de los períodos podría golpear fuerte a las empresas de manera abrupta. “Y el horno no está para bollos… Entonces para evitar ese tipo de situaciones, consideramos importante hacer lo que la ley manda”, acotó.
Así también, indicó que, mediante el aumento del salario mínimo vigente, será mucho más factible lograr mayor dinamismo y liquidez en el mercado, que aceleren la actividad económica. Comentó que desde las industrias se hace todo lo posible por seguir, así, los gremios de la producción se proyectan en la continuación de sus procesos, concentrados en la recuperación y crecimiento.
En convergencia con el gremio trabajador
Otros beneficios, como la facilidad de créditos para acceso a la vivienda, están siendo contemplados por gremios industriales. “Estamos viendo todo lo posible, todo lo que colabore y tenga que ver con la formalización. Tenemos que buscar algún incentivo para que esa formalidad sea una realidad. Es eso lo que abogamos”, manifestó el representante de la UIP.
Agregó que los distintos programas sociales, de ciertas empresas, colaboran a la formación de sus empleados, a mayor seguridad social, a la salud, la preservación del medio ambiente y otras alternativas que son las que construirán la sociedad en torno a las industrias en un modelo sustentable de capitalismo. “Los sectores obreros y empresariales no tienen por qué tener posiciones opuestas. Creo que la concentración del trabajo conjunto es lo que logra la productividad, la perfecta convergencia entre trabajadores y empleados”, mencionó.
Por último, Duarte resaltó que mientras más seguridad posean los empleados, más productividad existe y que es ideal el trabajo conjunto del Gobierno con los sectores empleadores para fomentar el éxito de una economía hacia la industrialización, el trabajo formal y la productividad.