"Al no tener un plan de emergencia, el Banco Central del Paraguay (BCP) trató de promover regulaciones para ayudar, muchas de las cuales fueron acertadas. Por otra parte, creo que es temprano para determinar el costo de esta pandemia para el sector financiero y es posible que ese dato lo tengamos en aproximadamente dos años”, analizó.
El directivo reconoció que Paraguay posee una economía sólida y un sector industrial excepcional que estimulan el concepto de recuperación financiera.
"Todo depende de cómo se desarrolle la pandemia y si tenemos acceso a la vacuna. El 2020 no fue un año positivo, pero tampoco fue catastrófico, ya que la economía demostró su resiliencia y lo mismo se aplica a las personas", consideró.
Por otra parte, Lahaie recordó que Paraguay se ubica como el país con menor impacto económico de la región, aunque esto también guarda relación con el nivel de informalidad existente en los sectores. “Existen particulares o empresas que no se encuentran dentro de las estadísticas oficiales y que sufrieron bastante con la pandemia”, acotó.
Según el CEO de Sudameris, en el primer semestre hubo un descenso en el movimiento de la cartera de créditos, porque los bancos se concentraron en la refinanciación de los compromisos.
Mientras que durante el segundo semestre cambió el comportamiento y hubo un repunte en la entrega de créditos, especialmente para la financiación de proyectos de largo plazo, de 10 a 20 años en promedio. Sin embargo, “la categoría de créditos de consumo se mantuvo desacelerada como el anterior semestre”, afirmó.
La cuestión de recepción de dólares
De acuerdo a Lahaie, hay que entender que los bancos son intermediarios y que si alguien deposita dólares en efectivo, las entidades no los guardan en sus sucursales, porque raramente los clientes retiran sus créditos en efectivo.
"Los dólares que entran a la bóveda del banco tienen que salir. Antes iban a Estados Unidos, pero dejó de recibir los billetes de nuestro mercado por múltiples motivos y luego exportábamos los billetes a Brasil y Uruguay, pero actualmente ya no se envían", expuso.
Si los bancos no pueden exportar, “tampoco pueden tener montañas de billetes en sus bóvedas”, sostuvo. “Recientemente se aprobó una ley que autoriza al BCP para aceptar los billetes de los bancos, pero el inconveniente es que la regulación es compleja y costosa”, añadió.
Y como esto deja un margen negativo para los bancos y se aceptan únicamente los billetes nuevos, que son los conocidos como dólar blue, “no es una solución finalmente”, expresó.
Además, existe un inconveniente con las tasas: los bancos cobran 1% por recibir y el BCP también cobra 1% a las entidades bancarias. Lahaie indicó que el costo de la gestión operacional, desde recibir los dólares hasta entregarlos al BCP, corre por cuenta de las entidades bancarias.
Una solución posible, según Lahaie, es encontrar un mercado para exportar estos billetes y levantar la restricción de tope máximo de 1% en el depósito, para así solventar los costos de operación.
Panorama 2021
El retorno de la actividad de varios sectores y una situación epidemiológica relativamente contenida “genera más confianza, estimulando la reactivación económica. A la par, si continuamos con este óptimo nivel de lluvias y calor, la cosecha será buena y eso tendrá un impacto vital en las proyecciones", apuntó.
La proyección para el 2021 es positiva, aunque para una recuperación total “se necesitará la vacuna y bajar considerablemente la cantidad de casos”, concluyó.