“Una investigación de mercado lo que hace es minimizar riesgos o hacerte ver cosas que a lo mejor no estabas viendo o definir hipótesis que tenías”, aseguró Bettina Pessolani, CEO de Crafting Business & Brands, que desde hace poco más de nueve años brinda servicios de consultoría, planificación estratégica, desarrollo de negocios, empresas y marcas e investigación de mercado.
¿Cuánto es lo que un proyecto de negocio debe destinar a investigación de mercado? “No hay números, depende de la situación en la que esté la empresa. Por lo general se aconseja que si hay proyectos nuevos una parte de la inversión sea para la investigación previa, que casi no está en la mira de los que arman proyectos, o quieren montar una fábrica, o armar una nueva línea de producto”, respondió Pessolani.
Generalmente las que demandan este servicio son empresas ya existentes y que cuentan con determinado capital para destinar a investigación de mercado y no se quieren arriesgar, o no están seguras de las propuestas. También apelan al análisis firmas de otros países que quieren instalarse en el país.
En cuanto al ramo predominante, Pessolani indicó que los que más acuden a solicitar una investigación de mercado son los emprendimientos de consumo masivo. “Es parte de su cultura, está en su ADN; también las empresas de tecnología, y también el rubro inmobiliario creció mucho para validar propuestas”, explicó.
No hay un precio determinado cuando se habla de investigación de mercado. “Incluso te puede salir gratis si te hace un amigo, y si hablamos de la duración, algo cortito, bien hecho dura tres semanas al menos, y otros más complejos duran meses, cuatro o cinco”, dijo la experta.
Los negocios que empiezan desde cero quizás no soliciten un estudio de mercado, no tanto por no conocer su importancia sino porque quizás no disponen de los recursos para hacerlo. “No es tan sencillo porque hay que invertir y entonces ponen la prioridad en otras cosas, saben de la importancia, pero tienen un capital reducido y prefieren invertir en el terreno, en maquinaria, o en el logo”, agregó.
Factor pandemia
Pessolani dijo que debido a la pandemia hubo un descenso en la demanda de investigación de mercado y que, en contrapartida, el requerimiento de servicios se dirigió a buscar asesoramiento en transformación de modelo de atención, y en transformación de modelos de venta, pasando de lo físico a lo digital.
“Tuvimos una demanda altísima de trabajo para ayudarles a las empresas a transitar la pandemia y rápidamente a cambiar su modelo de negocio o ajustar su modelo de negocio. El año pasado tuvimos un pico de empresas que acudieron para cambiar su modelo de negocio y seguir sobreviviendo en el mercado”, agregó.
La pandemia aceleró un proceso que ya se venía dando, de nuevas líneas de negocio, de canales de venta, de formas de venta, financiación, productos y servicios. “Lo digital y lo no digital tienen que convivir y funcionar perfectamente; una empresa elástica tiene que tener tanto el modelo de atención tradicional como el digital y cada uno con su formato y su equipo diferenciado”, aseguró la especialista.
En el nuevo escenario se van a necesitar nuevas habilidades, capacidad de adaptación y no temer al cambio. “Pero la habilidad mayor la tienen que tener los directivos y los dueños de las empresas, poder ver esa necesidad y tomar acción”, concluyó Pessolani.