-¿Cómo cierra el año la industria químico-farmacéutica?
-Vamos a cerrar un año bastante bueno. Vamos a terminar con un leve crecimiento en relación a ejercicios anteriores. Estimamos que estará entre un 5% y un 7% con respecto al periodo anterior.
-El 2020 fue un año atípico, ¿cuál hubiera sido la situación del sector sin la pandemia?
-Si bien es cierto que no es mucho lo que Paraguay exporta en cuanto a medicamentos como volumen total, sí hay empresas que tienen un gran nivel de exportación. Ellas se vieron afectadas, sobre todo por el tema de la logística, que está muy complicada, tanto para importar como para exportar. Eso también actuó como un freno de mano y recién en este momento se está empezando a regularizar esa situación a través de las exportaciones, que están un poco más fluidas con la solución parcial de la apertura de los vuelos, las fronteras, etc.
Es verdad que las fronteras para importar y exportar nunca estuvieron cerradas, pero eso no significa que no haya habido un tremendo problema de logística por la reducción de cantidad de vuelos, etc. Eso sí conspiró en relación a lo que podíamos haber esperado. Pero se está normalizando.
-¿Salió fortalecida la industria en capacidad productiva, después de haber tenido que adecuarse a una situación desconocida? ¿Pueden abrirse nuevas posibilidades de exportación?
-Dentro de la región, Paraguay fue el único país que desarrolló varios fármacos que en Argentina, en Brasil no se tienen. Por nombrar algunos: el favipiravir, el remdesivir, el baricitinib, son varias drogas que se utilizaron, sumados a otros productos, como el atracurio, el midazolan. Paraguay tuvo que desarrollar rápidamente una plataforma industrial, que hoy nos ubica en una situación preferencial frente, no solamente a la región, sino también en capacidad de poder ofrecer a otros países que no tienen en este momento este nivel de fármacos.
No vacunados y pase sanitario
-¿Qué opina de la posibilidad de poner en vigor el pase sanitario?
-Mientras no lleguemos a un nivel de vacunación del 70%, vamos a seguir con el problema de los pacientes no vacunados, no solamente porque se enferman sino también porque pueden contagiar a personas vacunadas y con patologías de base. Y hay que recordar que con la vuelta a la normalidad muchas de las patologías, que antes no estábamos teniendo, hoy están generando ocupación de camas en salud pública. Tenés los polivalentes, los pacientes cardíacos, mucha gente que hoy está ocupando una plaza. Esa es una preocupación. Por eso habría que insistir y buscar mecanismos a través de los cuales la gente se pueda concienciar, sea por el green pass de vacunación o por cualquier otro mecanismo, pero que nos ayude a contener esto hasta que lleguemos a un nivel de vacunación por encima del 70%.
Hoy, desde la industria farmacéutica estamos preocupados porque conocemos del nivel de ocupación del sistema público en camas de terapia, de terapia intermedia. Un rebrote podría generar una situación que antes no teníamos porque estábamos encerrados. Ahora estamos en la normalidad y va a ser diferente el impacto.
-En caso de un rebrote ¿cree que el sistema está preparado, esta vez, para una respuesta rápida?
-Sí. De hecho el MSPyBS y el IPS están terminando en estos momentos procesos licitatorios para abastecerse por si surja, lo que todos esperamos que no ocurra, aunque ya no con el impacto porque tenemos una logística y una capacidad distintas. Pero se están terminando los procesos licitatorios para cubrir esa eventualidad. Claro que no es solo para el COVID-19. El ministerio está abasteciéndose también para otras patologías. Muchos de los medicamentos, salvo los antibióticos, se usaron en otras patologías. Se están haciendo esos procesos y vamos a estar mejor cubiertos en abastecimiento.
Deuda y futuro
-¿Cuál es la situación de la deuda estatal con las empresas químico-farmacéuticas?
-La deuda se está pagando y, de hecho, hubo una operación aprobada por el Congreso, una ley para un préstamo de la Corporación Andina de Fomento (CAF), y en esta semana se está iniciando los pagos. Está además el aumento del plan financiero que fue otorgado al ministerio, con el cual se están honrando los compromisos. Así como van las cosas y si se mantiene este ritmo de cobranza, creemos que vamos a cerrar, después de mucho tiempo, un año mucho mejor en cuanto al alivio de las deudas del sector salud. En el cumplimiento el MSPyBS está bastante mejor, en este momento, que el IPS, que está teniendo mayores atrasos, obviamente porque tuvo una caída importante en la recaudación. Hubo refinanciamiento de aportes y eso va a impactar positivamente recién en esta última parte del año. Esperemos que retome su nivel de pago en todos sus compromisos.
-¿Cuánto ya pagó el Estado este año?
-Salud pagó este año más o menos US$ 70 millones, lo que significa que estaríamos con una deuda de poco más de US$ 40 millones. Pero, como referencia, todos los ejercicios anteriores terminaban con deudas superiores a los US$ 100 millones. Con el préstamo que se empezó a desembolsar esta semana, creemos que esos niveles van a bajar de forma muy importante.
-¿Cómo ven el panorama 2022?
-Lo vemos muy positivo en el sentido de que la industria farmacéutica está viendo que se vuelven a abrir los niveles de exportación, los servicios de maquila. El mercado empezó a moverse nuevamente y realmente creemos que va a ser un año muy positivo, pero, aquí lo importante es seguir trabajando juntos para minimizar el impacto, salir de esta pandemia y seguir utilizando esta plataforma que es Paraguay, donde la economía rebota más rápido que en los países de la región. Creemos que por ahí va el camino.
Por otro lado, se acercan las elecciones presidenciales, que de alguna manera generan cierto nivel de incertidumbre. Pero, tradicionalmente nuestro sector no se ha visto afectado por problemas políticos, por elecciones, etc., así que esperemos que siga de esa manera. La salud debe seguir siendo prioridad para todos los gobiernos.