“Soy diseñadora gráfica desde hace muchos años, pero siempre tuve la necesidad de crear algo artesanal. Este emprendimiento nació hace unos cuantos años y el nombre es en honor a mi abuela paterna, cuyo apellido era Vass, la persona que prácticamente me malcrió toda la vida”, contó Rossana a InfoNegocios.
Esa conexión afectiva es el motor del proyecto y se nota en cada pieza. Rossana trabaja a su ritmo, en su casa y sin presión de producción masiva: “La idea es hacer cosas artesanales. Siempre me gustaron objetos que no encontraba en los shoppings ni en ningún lado, entonces empecé creando cosas que yo necesitaba”.
Crear desde la intuición (y desde el reciclaje)
Uno de los pilares de Vass es el aprovechamiento de materiales: retazos de tela convertidos en carteras o sobres, objetos reciclados que pasan a ser detalles decorativos, piezas que se transforman según la inspiración del momento. “Intento que la mayoría de las cosas sean recicladas o excedentes. En algunos casos no se puede, entonces sí compro cosas nuevas, pero siempre con ese espíritu artesanal”.
Rosana no sigue temporadas ni colecciones. Sencillamente crea: si hoy se siente inspirada por sombreros, trabaja sombreros. Si mañana le atraen los collares rústicos, experimenta con eso. “Es demasiado diverso este mundo. Como decía Picasso, la inspiración llega, pero tiene que encontrarte trabajando. Una vez que me siento, ya no paro”.
De la necesidad personal a las primeras clientas
Aunque Vass nació como una búsqueda propia, pronto llegaron los comentarios y el interés de amigas, que fueron sus primeras clientas y su red de apoyo. “Mi mamá siempre dice que el mundo es de los audaces. Entonces me animé a crear la página. Como soy diseñadora, tuve facilidad para hacer el logo y la identidad visual”.
La difusión de la marca es totalmente orgánica: boca en boca, redes y encuentros con clientas que prefieren ver las piezas de cerca. Rosana no tiene local físico, pero eso forma parte del encanto: “Me gusta ese ambiente tranquilo. No es nada masivo; trabajar a mano lleva tiempo, paciencia y proceso. Y trato de no hacer nada repetido”.
Una marca para quienes buscan algo distinto
Vass no pretende competir con la gran industria de accesorios. Su público es un nicho que valora lo único, lo hecho a mano y lo que tiene historia. “Hay chicas que se animan enseguida, otras no tanto, pero yo creo que hay un nicho especial para estos objetos”.
Los precios son accesibles y Rossana coordina entregas, ya sea recibiendo a las clientas en su casa o enviando por delivery. “Si no me ven muy activa, me pueden escribir. Siempre tengo cosas listas, solo que a veces no me da tiempo de subir todo”, concluyó.