De alguna manera la privatización de Eletrobras tendría impacto en el panorama general de las negociaciones referentes a Itaipú, así lo cree el politólogo Marcos Pérez Talia. El año pasado Eletrobras ya tuvo algunas experiencia cercanas a la privatización al vender parte de sus distribuidoras de energía, por nombrar una, en Piauí, comprada por la Ecuatorial Energía, en Acre y en Rondônia por Energisa y en Roraima por Oliveira Energia.
Fue durante el gobierno de Michel Temer cuando la idea de privatizar la principal empresa de energía de Brasil, pero no prosperó la votación en el Congreso y se postergó luego de que los senadores acordaron no votar al proyecto de ley antes de las elecciones. Ahora con Bolsonaro en el Poder Ejecutivo y con manifiesta intención de empezar con la privatización el tema volvió a cobrar relevancia mediática.
“Bolsonaro plantea una política similar a la que predominó en los noventa, influida por el famoso Consenso de Washington y el neoliberalismo económico. Hay que recordar que el gobierno brasileño actual se caracteriza por la mezcla entre un nacionalismo exacerbado pero afín a ideas neoliberales de la economía”, expresó. Según el proyecto de ley que busca la privatización, presentado por el senador Fernando Bezerra Coelho, con la venta de Eletrobras el estado adquiriría ganancias por aproximadamente US$ 3.200 millones.
Para comprender un poco mejor, el Consenso de Washington se refiere a una serie de políticas estándar para países en desarrollo ideadas por organizaciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Departamento del Tesoro de EE.UU., que en líneas generales se sostenían en la estabilización macroeconómica, la liberalización de la economía (apertura al comercio y a las inversiones), la reducción de la estructura del Estado y la expansión de las fuerzas del mercado dentro de la economía interna. Más tarde, estas políticas fueron sintetizadas como fundamentalismo de mercado o neoliberalismo, términos utilizados principalmente por teóricos críticos a estas ideas.
“Bolsonaro tiene intenciones de volver a una fórmula económica que hace unos años fueron implementadas y demostraron su fracaso, principalmente en el caso argentino con el gobierno de Carlos Menem y en una menor medida en Brasil en la época que gobernaba Fernando Henrique Cardoso”, agregó Pérez Talia.
Sobre la influencia que tendría la privatización de Eletrobras en las negociaciones pendientes sobre la energía eléctrica entre Paraguay y Brasil, el politólogo dijo que los intereses cambiarían, ya que una empresa privada se maneja de una forma distinta, en cambio, es bastante prematuro tener certezas de cómo va a impactar teniendo en cuenta que al proyecto le queda aún mucho trayecto por recorrer.
Lo concreto es que actualmente Eletrobras no pasa por un buen momento, al punto de tener muchas pérdidas que repercutieron en la desvinculación de numerosos empleados (aproximadamente 264.000 personas) de la compañía, por lo cual nació la intención de privatizarla, suponiendo que esta decisión política mejoraría el funcionamiento de la empresa.
“Pase lo que pase con Eletrobras, Paraguay tiene que preparar un buen equipo negociador porque la batalla va a ser bastante intensa, ya vimos lo que estuvo pasando desde mayo hasta acá. Brasil definitivamente tiene una estrategia delineada hace mucho tiempo y nosotros debemos estar preparados para eso”, finalizó Pérez Talia.