El CEO de Abbeyfield Group –accionista mayoritario de Sudameris–, Sebastien Lahaie contó los detalles del crédito de US$ 120 millones otorgado por bancos de desarrollo europeos, las proyecciones que tienen desde Sudameris para el 2020 y otros temas relevantes para la economía nacional.
¿En qué consiste la línea de crédito de US$ 120 millones que recibieron del Fondo Verde?
Es una línea de crédito que se entrega a Sudameris de parte de los tres bancos de desarrollo europeos, Proparco de Francia, KfW de Alemania y FMO de Holanda, el cual ya es accionista de Sudameris y trabaja con el banco hace más de 10 años, por eso tenemos gran experiencia para desarrollar programas de finanzas sostenibles. Queremos ver si podemos aprovechar fondos para proyectos que favorecen al medioambiente y el desarrollo verde en general.
Hace un año empezamos a conversar con los bancos nombrados y acordamos que los tres participen con US$ 40 millones cada uno en esta línea de siete años. La llamamos línea verde porque es destinada a proyectos que beneficien al medioambiente, como por ejemplo, la mejora del tráfico fluvial, inversiones en maquinarias eléctricas u otro tipo de inversiones que aumenten la eficiencia de una empresa.
Es una línea de crédito muy amplia y multisectorial, podría beneficiar a agricultores que trabajan con maquinarias muy viejas, que consumen mucha gasolina, para que las cambien y adquieran equipos que consuman mucho menos combustible.
¿Es la primera vez que acceden a este tipo de financiamiento?
Tenemos varios años trabajando con bancos de desarrollo y las líneas siempre tuvieron un propósito genérico de mejora del medioambiente y de la responsabilidad social, pero esta es la primera vez que la línea de crédito tiene que ser utilizada 100% para este tipo de proyectos.
¿Cómo ven desde Sudameris el panorama nacional en cuanto al dinamismo económico?
En cuanto a la banca corporativa, me parece que aún se observan algunos efectos de la crecida del 2015/2016, cuando el campo tuvo una crisis con repercusión en los otros sectores, por lo que varios clientes del sistema quedaron golpeados. Cada entidad tiene su forma de absorber los golpes de la economía, nosotros hicimos un gran esfuerzo en el 2016 y en el 2017, lo que nos permitió empezar los siguientes años de buena manera, es decir, somos un poco contracíclicos.
Lo que yo veo es que este años será bastante mejor que el año pasado, tendremos un buen crecimiento porque cuando hay buena zafra el efecto psicológico en la economía es positivo. Si vas al campo, te das cuenta de que hay muchos pedidos de compra de vehículos y maquinarias, entonces creo que a partir de la cosecha habrá un repunte en el consumo en general y en el consumo privado.
¿Y en cuanto a la banca de personas?
Hoy está bastante golpeado el consumo privado porque las casas de crédito no crecen más por las limitaciones que tienen, por eso esta fuente de crédito, que sostenía un crecimiento del consumo, hoy no es más tan accesible. Los bancos tampoco pueden hacer mucho en lo que respecta a créditos de consumo y eso explica el crecimiento del crédito a personas en un nivel orgánico normal, que no crecerá más.
¿Qué avances visualiza en la inclusión financiera?
A mi criterio la inclusión financiera no se puede forzar, si la gente está fuera del sistema es por muchas razones, y no se solucionará con una regulación. Los bancos tienen un montón de requerimientos de regulación que deben cumplir para integrar a clientes, entonces, si hay personas no bancarizadas no es responsabilidad de los bancos, en muchos casos es porque la regulación -que todos tenemos que seguir- es un freno para que parte de la población entre al sector formal.
La bancarización no es crear otras fuentes de servicio financiero que no compitan y estén reguladas de la misma forma que el sistema financiero formal.
¿Qué opinas sobre los paquete de leyes aprobados en el marco del examen de Gafilat y la aprobación de trazabilidad del financiamiento a partidos?
Yo estoy feliz y sorprendido por el volumen y la velocidad en la que se aprobaron todas estas leyes porque son sumamente importantes. La integración de la evasión fiscal y la trazabilidad del financiamiento a los partidos políticos son leyes que ya existían hace tiempo en otros países.
Por supuesto que cuando se aprueban muchas leyes en un corto tiempo se generan problemas en el proceso de aplicación, pero no hay marcha atrás, era algo que debía hacerse para que Paraguay ingrese al mapa de los países serios.