Según el informe hecho público por el MIC, al cierre del ejercicio fiscal 2021, existen en el Paraguay 272.259 mipymes registradas, de las cuales el 86% son microempresas, el 11% pequeñas y el 3% medianas. Juntas conforman el 98% del universo de empresas formales, y el 2% restante corresponde a las grandes compañías.
El Boletín sobre formalización y empleo de mipymes fue elaborado con datos de los registros administrativos, y es un trabajo realizado por el MIC, en conjunto con la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET), el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS) y el IPS, con la colaboración del programa MiPYME Compite.
Otro informe dado a conocer en el 2022 por el MIC mostró que el 61% de las mipymes no están formalizadas, lo que significa que alrededor de 426.000 –utilizando los datos difundidos- son las que siguen operando sin adecuarse a las exigencias legales. El desafío es integrarlas entre las formalizadas, pero, ¿cuánto cuesta ser formal en Paraguay?
“Hace cinco años el costo de la formalización, según un estudio que realizamos, era de G. 15 millones para una empresa de alimentos, que es la que más costos tiene. Ahora debe ser de unos G. 20 millones”, expresó Guillermina Imlach, presidenta de la Asociación de Mipymes del Paraguay (Asomipymes).
La dirigente gremial agregó que un emprendimiento gastronómico, el más pequeño, debe desembolsar por registro de establecimiento, cédula mipymes, registro de marca, habilitación municipal, aporte al IPS, registro de INAN, además de realizar las gestiones de manera presencial. Y se debe sumar el salario del personal, el alquiler y acondicionamiento del local, los honorarios del profesional contable y la impresión de factura.
Jorge Alvarenga, director general de formalización del MIC y uno de los autores del informe de referencia, dijo al respecto que una planilla elaborada por la secretaría de Estado demostró que la apertura de una empresa demanda un gasto de G. 5.726.235, que en el caso de las mipymes pueden reducirse a la mitad a través del Sistema Unificado de Apertura y Cierre de Empresas (Suace), si bien reconoció que el emprendedor debe incurrir en otros gastos, lo que eleva el costo de la formalización.
Imlach señaló que el monto mencionado por Alvarenga crece sustancialmente si se considera que muchos emprendedores no gestionan su adhesión al Suace por desconocimiento o porque no tienen el tiempo necesario para hacer las gestiones personalmente. Y terminan incurriendo en costos que están por encima de los G. 20 millones.
¿Y cómo financia la formalización quien está empezando una iniciativa de negocio? El problema es que no existe un fondo que provea capital semilla y las entidades financieras exigen un historial de operaciones que el emprendedor no posee, por lo que este debe sacar un préstamo personal (pagando como mínimo 14% de interés) o caer en manos de usureros.
Y si bien los bancos están obligados a dar a las mipymes créditos en condiciones ventajosas, muchos desconocen esta posibilidad y las instituciones tampoco les informan, sin olvidar que para acceder a este beneficio se debe poseer la cédula mipyme y registrarse como Empresa por Acciones Simplificadas (EAS), cuya gestión también es complicada para el emprendedor; por lo que se forma un círculo vicioso.
David Caballero, presidente de la Asociación de Emprendedores del Paraguay (Asepy), dijo que para revertir la situación el microempresario debe recibir incentivos fiscales, tasas más atractivas de parte del BNF o la AFD, acceder al uso de tecnología para simplificar los procesos y no perder tiempo.
Y, sobre todo, recibir educación para entender cuáles son los beneficios de la formalización. “Formalizarse conlleva un gasto que un microemprendedor o uno pequeño, si no ve un beneficio, termina por no hacer”, expresó.