Durante el recorrido nos acompañó Paulo Duarte, gerente general de Broterra y Jorge Modesto, gerente de producción. Al momento de nuestra visita en la fábrica, los colaboradores estaban envasando semillas, y cerca de ellos hay una buena cantidad de paquetes de chía, amaranto, girasol, sésamo que pronto serán entregados a los clientes.
“Aproximadamente vendemos 100 toneladas de semillas al mes, esto corresponde a la totalidad de todos nuestros segmentos”, sostuvo Paulo Duarte, gerente general, quien indicó que Broterra actualmente posee tres unidades de negocios, que son los superalimentos a granel, fraccionados y procesados (las barritas de cereal 100% naturales).
Los superalimentos poseen un alto valor nutricional que los hace interesantes desde el punto de vista de la salud, por su alta concentración de antioxidantes, grasas saludables o vitaminas.
“En lo que son superalimentos a granel, Broterra trabaja con empresas como Mazzei, Bimbo, Alberdin y con las panaderías de todos los supermercados del país. Les brindamos materias primas como sésamo, lino, avena, entre otros”, explicó Duarte.
Mientras que con los alimentos fraccionados se refieren a la materia prima puesta a la venta sin proceso de elaboración. “En la categoría de superalimentos fraccionados tenemos casi el 55% del mercado, somos líderes absolutos de esta categoría. Tenemos chía, sésamo, lino, amaranto y avena en este formato”.
El gerente general aclaró que estas materias primas las compran de acopiadores y que casi 2.000 familias de acopiadores son sus proveedores. Posteriormente Broterra se encarga de distribuir el producto en las góndolas de los supermercados del país.
“En el 2015 fuimos los primeros en colocar la chía en góndolas, porque cerramos con Coop el producto Campella + Chía, que fue todo un éxito y ahora por eso sacamos en conjunto el yogurt 7 semillas”, añadió Duarte.
Superalimentos procesados
El gerente de producción, Jorge Modesto, se encargó de explicarnos cómo se daba el proceso de producción que corresponde al último segmento que tiene la fábrica: la elaboración de las barritas de cereal. “El primer paso es colocar todos los ingredientes de la fórmula por orden y cantidades en la máquina, después se cocina aproximadamente una hora cada fórmula”. Aclaró que hasta el momento tienen siete fórmulas distintas para las barritas de cereal.
El paso dos consiste en colocar las semillas en una máquina mezcladora, que luego hace caer la materia prima en un recipiente que le da forma al producto –muy parecida a una plancha– y luego se enfría la masa y se envasa a 20 grados C°, que es una temperatura a la que se llega porque hay un sistema de refrigerado, según el gerente de producción.
Modesto indicó que en un día producen una fórmula y que en la actualidad hacen 5.000 barras por día, trabajando tres días a la semana y utilizando 10 a 15% de la capacidad de la fábrica. De acuerdo a Modesto, la empresa pretende exportar sus barritas a Bolivia.
El gerente de producción manifestó que para fabricar las barras de cereal invirtieron US$ 200 mil, monto que ya incluye la maquinaria, la infraestructura y la mano de obra.
De lo artesanal a lo industrial
“Empezamos Broterra con la chía, prácticamente como un emprendimiento de garaje para complementar la producción familiar de chía y comenzamos a vender de manera artesanal”, contó Paulo.
El gerente general comentó que para la industrialización del emprendimiento trajeron a un desarrollador, quien diseñó las fórmulas de los productos. “Trabajar a nivel industrial, como lo estamos haciendo ahora, ya es muy complejo, hay que tener en cuenta toda una serie de factores que hacen que sea mucho más delicada la formulación de productos”, expresó.
Broterra cuenta con 30 colaboradores en la actualidad, distribuidos en todas las áreas que componen la empresa. Según Paulo, tienen planes de ingresar a Ciudad del Este para crecer en la distribución.
Asimismo, contó que la distribución de los productos la hacen ellos, excepto las barritas de cereal, que ahora, por medio de una alianza con una distribuidora, serán repartidas en las estaciones de servicio y algunos colegios.
La cultura
“Al principio nos encontramos con la falta de hábito de consumir chía, entonces tuvimos que crear la costumbre y ese fue uno de los principales desafíos. También nos ayudó mucho que logramos tener alianzas con empresas grandes que demostraron interés”, reveló Duarte.
Responsabilidad empresarial
Sobre las materias primas que no utilizan añadió: “enviamos todo al Club Escuela Solidaria, para los niños de Cateura, Chacarita y Tablada que están en situación de pobreza y extrema pobreza. Esto forma parte de un programa de educación diferenciada”, concluyó el gerente general.