El estudio contó con la participación de 841 directores informáticos de 24 países y demostró un cambio significativo en los perfiles de trabajo, ya que se diagnosticó que en la actualidad poseen un rol más estratégico en las empresas, encargando las cuestiones técnicas de lo cotidiano a terceros, específicamente, en un índice del 22%. De acuerdo al informe, esto podría darse debido a que la innovación progresivamente va obteniendo un papel más importante en las empresas e impone un nuevo perfil profesional en el área técnica.
Otro dato importante es que el 50% de los encuestados nombró como objetivo añadir innovación a los servicios, el 35% tiene intenciones de contribuir directamente para el crecimiento de los ingresos de las empresas, dejando en segundo plano objetivos vinculados con la labor técnica.
En cuanto a los procesos de trabajo, la tendencia favorece a la adopción de un enfoque ágil en el entorno de sistemas de informáticos corporativos, al punto de que los proyectos de gran escala –que antes eran dominantes– hoy son mayoría solo en el 23% de las organizaciones encuestadas, mientras que los pequeños proyectos diarios representan el 34%, dato que refleja aceleración en la dinámica operativa.
Las estrategias de seguridad también están evolucionando en cuanto a las respuestas ante panoramas de amenazas, porque los directores informáticos están más enfocados en ellas que antes, al tener más tiempo para centrarse en el factor humano del riesgo cibernético. En el estudio del 2018 las amenazas externas todavía se centraban claramente en el ransomware –programas dañinos– (72%), consideradas de esa manera la principal amenaza al negocio.
Mientras que en esta edición se vio que el ransomware, crypto-jacking y malware permanecen en el radar con 68%, no obstante la falta de conocimiento del staff informático y los errores también empiezan a ganar lugar con el 56% del índice de riesgos.