“El movimiento en alza se entiende por el hecho de que, a pesar de que actualmente Paraguay exporta durante todo el año, sigue concentrando las exportaciones en el primer semestre, y las principales son del sector agrícola y agroindustrial”, aclaró.
Entonces las pérdidas de entre 20% a 23% de la producción agrícola hizo que los volúmenes exportados sean menores a los registrados en períodos anteriores, lo que representa un menor ingreso de dólares, ya sea por la reducción de los volúmenes o los descensos en los precios internacionales, resaltó.
“Esta es una primera explicación de por qué el dólar se ha disparado inclusive llegando a cerca de G. 6.300”, afirmó.
Otro punto, es que existe un movimiento de atracción de dólares, de parte del gobierno de Estados Unidos, por las altas tasas de interés, que específicamente estimula aún más la salida de la moneda norteamericana de los países, y no promueven su retención, añadió.
“Al mismo tiempo, es probable que la inversión extranjera directa (IED) no tenga un comportamiento similar al de años anteriores, cuando se registraron las mayores inyecciones económicas. Considero que el 2018, por ser un año eleccionario, se ha ido comportando a la baja en cuanto a la IED, porque cuando es un año eleccionario, los empresarios se toman su tiempo para saber si realizar o no sus inversiones en dicho país”, aseguró.
Sobre el comportamiento del dólar en junio, Masi detalló: “Otra cosa que hacen los exportadores, es que teniendo en cuenta la disminución de la producción, estos esperan que la cotización del dólar suba, ya que como ellos recibirán dólares, les beneficia más la depreciación de la moneda local. Entonces probablemente en el último mes hubo un incremento en las exportaciones teniendo en consideración una cotización más alta de la moneda”.
Expectativas de Variables Económicas
En el informe mensual del Banco Central del Paraguay (BCP), los agentes mencionan que el tipo de cambio nominal de julio rondará los G. 6.297, y para fines de año cierre en G. 6.350.
Competitividad
Cuando el guaraní se devalúa menos que el real o el peso argentino, perdemos competitividad frente a los precios de los vecinos.
“Devaluarse menos significa que la moneda está más apreciada con respecto a otras, y cuando la moneda se aprecia, se exporta menos, es decir, se encarece el producto de exportación frente a los otros competidores regionales”, detalló.
Según Masi, es necesario atender cómo fluctúan las monedas de países cercanos, para saber cómo mejorar nuestros índices de competitividad.