“Somos una asociación relativamente nueva, recién estamos empezando, pero crecemos a razón de dos asociados por semana, y ya estamos cerca de 80; además tenemos socios proveedores, que son los que suministran elementos para la actividad minera”, informó Jorge Benítez, presidente del Centro Paraguayo de Minería.
Los asociados provienen de diferentes puntos del país, de Vallemí, de Encarnación, de Ciudad del Este y son los propietarios de canteras. Algunas empresas son pequeñas y solo están representadas por sus dueños, mientras que las mayores lo están por algún gerente.
“El objetivo de nuestra asociación es coadyuvar a los socios y a los proveedores. Tenemos los mismos problemas, la búsqueda de recursos humanos, de mano de obra calificada, capacitación en manejo de maquinarias; las capacitaciones hacemos con gente del exterior y como mínimo una por mes, ya dimos cuatro charlas este año”, cuenta Benítez.
Además, los mineros tienen que adquirir maquinarias especializadas y buscar financiamiento. “Estamos cerrando un convenio con un importante banco para obtener financiamiento. Tenemos que hacer los trámites con nuestros reguladores como la Dirección de Material Bélico (Dimabel) y el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sustentable (Mades)”, agregó.
Qué buscar y extraer
Más del 90% de la industria de la minería en Paraguay se concentra en la extracción de piedra basáltica, muy demandada en los emprendimientos viales. También se obtiene oro en Paso Yobái y piedra caliza en el norte, un mineral que a juicio de Benítez está siendo subexplotado.
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No es lo único que se podría extraer del suelo paraguayo. Según el empresario también hay titanio, al punto de que una empresa, la canadiense CIC Resources estaba interesada en su obtención, hace unos 10 años, pero finalmente el proyecto no llegó a feliz término.
También hay conocimiento de la existencia de yacimientos de uranio, aluminio y fósforo, este último muy requerido por el sector agrícola, que también puede ser un destino rentable para la cal agrícola, pues hay un mercado favorable no solo en nuestro país sino, principalmente en Brasil.
“Es una actividad que genera buenos ingresos y crea puestos de trabajo. Cada una de nuestras empresas asociadas tienen alrededor de 30 trabajadores, que multiplicado por 80 nos da 2.400 puestos de trabajo directos, a los que hay que sumar los empleados de los proveedores, que constituyen mano de obra indirecta”, afirmó.
¿Qué hace falta? “Hay interés en otros minerales, pero hay que traer a empresas que quieran invertir en la prospección y analizar si es rentable. Hay que vender una imagen país, mostrar lo que tenemos. Falta incentivar, aunque esa tarea es responsabilidad de todos, no solo del gobierno. El sector minero mueve la economía del país”, señaló Benítez.