“Este año vamos a volver a enviar palmitos afuera, ya no en las mismas cantidades que antes porque el consumo mermó. Sin embargo, estamos en un auge de los alimentos naturales y creemos que nuestra producción de palmitos va a ir en ascenso”, sostuvo Rivas. La gerente indicó que Chololó Agro Industrial tiene clientes en Europa y Argentina y que siempre intentan entrar a Brasil, pero esto se complica porque también es un productor y por ende ponen demasiadas barreras.
“Hasta 2017, más o menos, logramos exportar palmitos a la Unión Europea (UE), los últimos años ya no enviábamos tanto porque se redujo la cantidad de producción, pero hubo años en el que sí se exportó mucho. Hace 47 años que somos productores”, señaló Cecilia. Asimismo, explicó que en el mercado local hay problemas con los precios, porque ingresan palmitos colombianos, bolivianos y ecuatorianos con un costo menor por tener subsidios estatales de sus países para realizar exportaciones.
Un dato importante que mencionó Rivas, fue que los palmitos extranjeros que ingresan al mercado paraguayo son diferentes a los palmitos nacionales, es decir, son de otro tipo y que en el mercado local usualmente no se toma tan en cuenta la calidad sino el precio.
“El palmito tiene características singulares: la palmera se regenera, no se planta, tiene una vida útil y cuando muere las semillas se encargan de que nazcan más. Además, se suele pensar que el palmito ya no se produce, pero en realidad son los bosques los que están desapareciendo”, reveló Rivas. La entrevistada añadió que para crear productos sustentables lo que se debe hacer es preservar los bosques.
La gerente agregó que la producción de palmito es considerada de extracción silvestre, es decir, “por cada árbol que es seleccionado para la producción, nacen dos luego. Aunque en realidad suelen crecer como siete, pero de estos, son dos los que llegan a sobrevivir”.
Para realizar una buena selección, Rivas aclaró que hacen monitoreos constantes de las reservas, que la empresa misma plantó en áreas en las que antes las palmeras –de las que hacen palmito– no existían. Por último, dijo que la compañía también se dedica a la venta de yerba orgánica en el mercado local, a actividades ganaderas y a la producción de alimentos balanceados para ganado.