"Esta crisis solamente es comparable con la de 1929 y todos los sectores de la economía están en una situación muy difícil porque la pandemia genera un impacto tanto en la oferta como en la demanda", mencionó Peña, para quien todas las medidas que se implementaron y que se puedan implementar “no serán suficientes, pero serán paliativas”.
Peña consideró que el país tiene antecedentes de lidiar con crisis económicas, pero estas siempre fueron muy puntuales: la crisis del sistema financiero de los 90, la crisis económica del sector público a comienzo del 2000 (default selectivo), sequías en el sector agropecuario y fiebre aftosa en el sector ganadero desde el 2002. El exministro afirmó que la estructura económica de Paraguay fue desarrollando herramientas para encontrar salidas para los sectores, como por ejemplo el refinanciamiento de deudas para el sector agrícola y el ganadero.
"Al impacto económico de la cuarentena también se le suma la poca experiencia para asistir a sectores no tradicionales", agregó Peña. No obstante, resaltó que hayamos salido a responder rápidamente con la reducción de la tasa de interés a 1,25% para que los bancos tengan más liquidez, una medida que forma parte de la "literatura económica" utilizada también por otros países.
Asumimos, se refirió a la flexibilización de las regulaciones del BCP y la disminución del encaje legal como otras herramientas acertadas para que los bancos no pongan de excusa la gestión de la matriz cuando no estén prestando dinero. "La reducción del encaje legal en un monto de US$ 1.500 millones probablemente es una medida sin precedentes en Paraguay. Tengo la información de que efectivamente se están otorgando más créditos y es probable que se necesite disponer de más depósitos públicos para seguir prestando", apuntó.
Por otro lado, Peña también catalogó el paquete de política fiscal como acertada y en la misma lógica en la que otros países están operando, y explicó que la finalidad de la misma es la inyección de liquidez, para que el BCP no lleve la mayor parte del esfuerzo. "En esta línea se aprobaron US$ 1.600 millones que tienen dos objetivos principales, brindar de capital al sistema financiero con el fondo de garantía y la contención del ingreso de las personas. Es importante cuidar el empleo, pero también se debe cuidar a las empresas porque lo más difícil será recuperarse económicamente sin ellas", sostuvo.
Una historia americana
Peña aprovechó el momento para explicar las estrategias tomadas por el gobierno estadounidense en materia económica, tanto en esta problemática como en la recesión del 2008. El economista contó que la Reserva Federal o FED llevó su tasa de interés a niveles bajos pocas veces visto en la historia, sin embargo, la banca matriz norteamericana sabe que, aunque lleve la tasa de interés a 0%, los bancos seguirán con incertidumbre para prestar dinero.
"Lo que hizo el Tesoro americano fue salir a asumir los riesgos e inyectar capital en las industrias estratégicas como la automotriz. EE.UU. entonces ingresó como accionista de estas empresas, se volvió un miembro del directorio de ellas y empezó a decidir sobre la distribución de las ganancias", añadió. El exministro manifestó que es obvio que esto no les gustó a las empresas porque el Estado se puso a decidir cuánto y cuándo se pagarán las utilidades, pero la estrategia movilizó a todos los bancos a juntarse entre ellos para decidir otorgar financiamiento a las empresas y así se privaticen las ganancias.
Según Peña el Tesoro americano ya había hecho esto luego de la crisis del 2008 y después de un tiempo vendió su paquete accionario. "Obviamente está es una medida extrema y las condiciones son diferentes por el tamaño de la economía de EE.UU., pero la idea de reducir la tasa de interés debe ser buscar que los bancos se mantengan operativos", concluyó.