Actualmente, existen US$ 183 mil millones de capitalización en la moneda digital Bitcoin y una proyección de crecimiento significativa, mencionó Manuel Beaudroit, cofundador y director de marketing de Bitex.
Por ende, Latinoamérica va abriendo caminos hacia las opciones alternativas que ofrece como por ejemplo el pago de transacciones de comercio exterior en criptomonedas.
El Bitcoin es la primera moneda digital descentralizada, es decir, que no es una moneda física y no tiene una entidad central que la controle, “se basa en una red para validar las transacciones (cadena de bloques), dando seguridad a la operación”, aseguró.
“Es muy interesante porque nace como la primera moneda nativa de internet, que también es una red descentralizada, que distribuye información. Entonces para aquellos negocios que utilicen internet o se basen en la tecnología el Bitcoin como transmisor de valor es bastante potente”, añadió.
La red que soporta el sistema Bitcoin es conocida por ser la más avanzada del planeta -8 veces más poderosa que las 500 supercomputadoras con mejor desempeño a nivel mundial-, entonces esto le da ese marco de seguridad y eficacia necesaria para la realización de transacciones. Además, nunca fue hackeada remarcó.
“Si hablamos de puntos débiles de la moneda, podemos hablar de la forma en la que se resguardan los Bitcoins por desconocimiento técnico y los puntos de acceso que pueden ser los brokers o exchanges –corredores o cambistas- que no tienen las precauciones de seguridad necesarias”, manifestó.
Si queremos utilizar el Bitcoin como método de transferencia de un valor internacional se debe entender que la moneda sin intermediarios tiene la particularidad de ser muy volátil en su cotización, ya que cambia constantemente, haciendo difícil establecer un valor que se mantenga durante varias horas.
“Con esa problemática en mente, lo que hicimos desde Bitex es vender un servicio de transferencia internacional que utilice al Bitcoin como subyacente, pero no exponemos a los clientes o al receptor del pago a la volatilidad de la moneda. Lo que hacemos es tomar los atributos positivos de esta alternativa, como la seguridad, la rapidez, los bajos costos y montamos un velo para resguardar a los usuarios de esa volatilidad. Incluso no hace falta que sepan cómo funciona el sistema a profundidad, para realizar dichas transacciones”, aclaró.
A través de la firma se puede realizar estas transacciones entre compañías regionales e internacionales, para luego canjear esos Bitcoins en moneda local o en dólares, y ser depositados a la cuenta bancaria de los usuarios.
“El importador y exportador tienen sus cuentas de banco con los que operan a diario, entonces lo que hacemos es crear una cuenta en nuestro sistema para tener información y hacer los chequeos necesarios, para conocer a los clientes y cumplir con los requerimientos de prevención de lavado de dinero y prevención contra el terrorismo, para determinar que no existe ninguna ilegalidad en las operaciones”, detalló.
Importación
Este año se concretó la primera importación a Paraguay mediante la concreción de una compra con Bitcoins.
En este caso, la empresa argentina Compañía Americana SA, relacionada a la prevención y control de plagas, vendió insumos a la firma local IPM Paraguay, por valor de US$ 7.100.
“Estamos trabajando activamente en cerrar otros clientes, ya tenemos otras operaciones en curso, sobre todo en lo referente a servicios profesionales. Además, vemos una oportunidad interesante en el comercio exterior, especialmente con la relación que tienen los empresarios con China”, reveló.
Panorama
“Salvo Ecuador y Bolivia, que no permiten las operaciones de compra o venta de Bitcoins a través de operadores, todos los otros países de la región están presentando un desarrollo en este segmento, ya sea en el intercambio de monedas digitales o en la creación de plataformas que se relacionan en dar valor agregado, al igual que Bitex”, expresó.
A la fecha están trabajando con unas 300 empresas que realizan sus operaciones con criptomonedas (en Argentina, Paraguay, Chile y Uruguay), por su bajo costo en la operación, por la agilidad en cuanto a tiempo y siempre cumpliendo con todas las documentaciones exigidas por las autoridades para la importación o exportación de productos o servicios.
Según Beaudroit, este sistema puede beneficiar al rubro de las pymes, que son fuente de trabajo y grandes partícipes de la economía regional, al darle tarifas accesibles y por, sobre todo, agilidad en sus procesos.