Según datos de la Cámara de Empresas Maquiladoras del Paraguay (Cemap), actualmente más de 327 empresas operan bajo el régimen, un número que confirma el atractivo sostenido del país para la industria orientada a la exportación. Este crecimiento se tradujo en un fuerte impacto laboral: más de 36.400 empleos directos formales, con una participación femenina cercana al 45%, además de más de 120.000 empleos indirectos o inducidos vinculados a logística, servicios y cadenas productivas asociadas.
Para Carina Daher, presidenta de la Cemap, el 2025 marcó un punto de inflexión. “No solo crecimos en volumen, sino que avanzamos en aspectos estructurales clave como la modernización normativa, el fortalecimiento institucional y la diversificación hacia sectores de mayor valor agregado”, explicó en entrevista con InfoNegocios. Esta evolución permitió que la maquila deje de concentrarse únicamente en actividades intensivas en mano de obra y comience a ganar terreno en rubros industriales más complejos.
Durante el año se registró una mayor presencia de metalmecánica, acero, autopartes, confecciones y manufacturas con mayor nivel de procesamiento, además de nuevos proyectos industriales que reflejan una confianza renovada de los inversores. En paralelo, las exportaciones volvieron a marcar récords, consolidando a la maquila como uno de los motores más dinámicos del comercio exterior paraguayo.
Uno de los avances más valorados por el sector fue la modernización del marco legal y regulatorio, que aportó mayor previsibilidad y seguridad jurídica. Este proceso, acompañado por un diálogo público-privado más fluido, permitió destrabar procesos administrativos y mejorar la competitividad del país frente a otros destinos de la región. “La maquila se consolidó como una de las políticas industriales más eficaces del Paraguay, tanto por su impacto en empleo como en exportaciones”, sostuvo Daher.
Sin embargo, el salto hacia una nueva etapa también deja en evidencia desafíos pendientes. Entre los principales, el sector señala la necesidad de mejorar la infraestructura logística y energética, especialmente para proyectos de mayor escala, así como agilizar la coordinación entre instituciones públicas para evitar cuellos de botella. A esto se suma un desafío clave: la formación de talento técnico y especializado, alineado con las nuevas demandas industriales y tecnológicas.
Con ese diagnóstico, las proyecciones para el 2026 apuntan a un crecimiento más selectivo. El objetivo no es solo sumar nuevas empresas, sino atraer inversiones de mayor valor agregado, fortalecer los encadenamientos productivos locales e impulsar la maquila de servicios o intangibles, un segmento que comienza a perfilarse como la próxima frontera de expansión. La meta es elevar la calidad del empleo y ampliar el impacto multiplicador sobre la economía.
El 2025 tuvo además un fuerte componente simbólico para el sector, con la celebración de los 25 años de la Cemap. El aniversario estuvo acompañado por una intensa agenda institucional y empresarial, entre ellas la realización de Paraguay Business Week en Ciudad del Este, que reunió a más de 10.000 participantes y posicionó al sector maquilador como protagonista del desarrollo productivo y la atracción de inversiones.
Con nuevas inauguraciones industriales y proyectos en marcha, la maquila cierra el año reafirmando su rol como pilar del desarrollo industrial paraguayo, pero con una agenda más ambiciosa: pasar del crecimiento cuantitativo a una etapa donde la calidad, la innovación y la integración productiva marquen el rumbo.