Nicolás Ojeda, gerente general de Quesos Rody, explicó en conversación con InfoNegocios que la decisión de renovar la identidad visual responde a una necesidad concreta: “El logo estaba muy quedado en el pasado. Queríamos darle una nueva cara a la marca”. El cambio abarca toda la línea de productos, con nuevos colores, etiquetas y empaques. Incluso el tradicional queso mozzarella, históricamente asociado al azul, adopta ahora un tono verde pastel para transmitir mayor frescura.
La historia de Rody comenzó en 1994 como una pequeña distribuidora de queso Paraguay adquirido a productores del interior. En 1997, la familia dio un paso clave al iniciar su propia fábrica en Iruña, Alto Paraná. Desde entonces, la empresa —hoy parte de DMP S.R.L.— ha construido una presencia sólida en supermercados, víveres y tiendas de retail de Asunción y el interior. Actualmente genera empleo para más de 30 familias entre la planta industrial y el centro de distribución ubicado en Fernando de la Mora.
El crecimiento sostenido también se refleja en cifras. Rody cuenta hoy con nueve líneas de productos, entre ellas mozzarella, dambo, queso Paraguay, sardo, parmesano, queso azul y su “caballito de batalla”, el queso rallado. Este último es el más demandado del portafolio y, al mismo tiempo, el que será protagonista en el proyecto de exportación a Perú. “El queso rallado deshidratado es ideal para exportar porque no necesita cadena de frío, puede viajar a granel y mantiene su calidad”, explicó Ojeda. Esa característica abre puertas en el mercado peruano, donde la empresa ya está en tratativas con una marca interesada en distribuir el producto en tiendas de Lima.
La inversión en maquinaria también acompañó este salto. Rody adquirió nuevas secadoras industriales y empaquetadoras para aumentar la capacidad de producción. Hoy, la empresa procesa alrededor de 30.000 kilos semanales de queso rallado, pero con la nueva tecnología podrá elevar ese volumen a 50.000 kilos por semana, lo que permitiría atender un primer embarque internacional equivalente a un contenedor completo. A nivel mensual, la producción total ronda los 120.000 kilos, aunque por ahora el 100% se destina al mercado interno.
El 2025 fue un año positivo para la compañía. Los quesos Rody ingresaron a más supermercados y aumentaron su participación gracias a una combinación de precio competitivo, sabor tradicional y el impulso reciente en marketing. Según Ojeda, las ventas vienen creciendo alrededor del 14% anual, pero el objetivo es elevar ese ritmo hasta el 20% en los próximos años. “La gente siempre nos conoció por boca a boca. Ahora queremos reforzar eso con una marca moderna y con presencia”, señaló.
En términos de innovación, la empresa también proyecta ampliar su portafolio con nuevos productos. Entre los desarrollos en camino figuran un queso untado tipo crema y una presentación de queso cheddar en tabletas, orientada a nuevos nichos de consumo.
Aunque Perú encabeza la lista de mercados a conquistar, la empresa no descarta otros destinos en el futuro, incluido Brasil. Sin embargo, Ojeda reconoce que la variabilidad de precios y la fuerte competencia en el país vecino obligan a una estrategia más cuidadosa. “Brasil es un mercado enorme, pero muy volátil. No descartamos exportar queso rallado más adelante”, afirmó.
Con casi tres décadas en el mercado, Quesos Rody encara una nueva etapa, donde consolidar su liderazgo local convive con el desafío de internacionalizar un producto emblemático para los consumidores paraguayos. El rebranding, lejos de ser un simple cambio estético, se convierte en una declaración de intenciones: la marca quiere seguir creciendo y ya apunta más allá de las góndolas nacionales.