Gustavo Denis, estilista paraguayo y propietario de Nómada Group, con más de 25 años de trayectoria en España; Andrea Venturoli, diseñadora ítalo-colombiana e impulsora de proyectos de indumentaria sostenible como el cuero de café; y Lisi Fracchia, diseñadora de joyas y miembro de la Junta Directiva del Instituto Gemológico Español, reconocida internacionalmente por sus piezas trabajadas en filigrana.
Radicado en España, Gustavo Denis formó parte de grandes casas de moda y estilismo, trabajando con figuras de la talla de Inditex y pasando de aprendiz a referente de vestuario en premiaciones como los Premios Goya. Su relato puso de relieve la tensión entre la producción masiva y la búsqueda de identidad propia.
“En Europa existen naves industriales de más de 20.000 metros cuadrados que producen para todo el mundo. Es imposible competir contra ese volumen, pero sí existe un espacio: el nicho. La clave está en la diferencia y en la calidad del acabado. Es ahí donde Latinoamérica puede brillar”, afirmó.
Denis insistió en la importancia de la disciplina en un sector donde, como dijo, “se cortan cabezas todos los días”. Su experiencia lo convirtió en un defensor del respeto al tiempo, de la puntualidad y de la salud mental, aspectos que considera fundamentales para sostener una carrera en la moda. “Mi consejo es simple: trabajar mucho, enfocarse y no dejar de aprender. La constancia termina rindiendo frutos”.
El estilista también relató cómo fue introduciendo marcas en alfombras rojas y producciones internacionales. Un ejemplo simbólico fue el uso de un broche de filigrana en un videoclip que alcanzó gran visibilidad. “Quiero poner a Paraguay en el mapa. Ese es mi propósito personal”, resumió.
La segunda intervención vino de la mano de Andrea Venturoli, quien actualmente trabaja en la exploración de materiales alternativos para la industria de la moda. Su proyecto es la utilización del cuero de café como textil sostenible.
“La sostenibilidad no es solo un concepto de marketing. Europa está avanzando hacia una economía circular, pero todavía falta mucho camino por recorrer. No basta con decir que una chaqueta es de cuero de café si los botones siguen siendo plásticos no biodegradables. Hay que estudiar todo el ciclo de producción”, explicó.
Venturoli recordó que el cuero de café es fruto de más de diez años de investigación en Colombia, en alianza entre ingenieros y productores cafetaleros. Hoy, ese material innovador se presenta como una alternativa viable que combina lujo, identidad y responsabilidad ambiental.
En su exposición, también adelantó que están explorando otros derivados, como el cuero de tabaco y de fibras de bambú. “Lo que buscamos es ofrecer productos que no solo sean bellos, sino que también cuenten una historia de conciencia y de respeto al planeta”, subrayó.
Su mensaje a los emprendedores locales fue claro: “El lujo del futuro está en la sostenibilidad y en el valor de la artesanía latinoamericana”.
Por otro lado, con una trayectoria que une Argentina y España, Lisi Fracchia aportó la mirada del mundo de la joyería. Miembro de la Junta Directiva del Instituto Gemológico Español y embajadora de Mujeres Brillantes International, compartió cómo pasó de ser profesora de inglés a consolidar una marca reconocida por reinas como Letizia de España y Máxima de los Países Bajos.
Su historia personal fue un testimonio inspirador. “Empecé con inversión cero. Traduje libros de gemología y me pagaron con piedras. Con esas piedras fabriqué mis primeras piezas. Todo se puede lograr cuando uno estudia y se prepara”.
Fracchia alentó a los jóvenes diseñadores a formarse en gemología, idiomas y comercio internacional, señalando que no es lo mismo negociar piedras en Brasil con un intérprete que hacerlo directamente en portugués. Además, compartió información concreta sobre becas, cursos online y asociaciones internacionales que facilitan la participación en ferias y exposiciones globales.
La diseñadora también presentó en Asunción una colección especial de brazaletes y piezas inspiradas en Paraguay; además, sus joyas se pueden adquirir en el Hotel Divina Tower Experience.
Más allá de las historias personales, el conversatorio dejó varias conclusiones centrales: el mercado europeo busca diferencia y autenticidad; más que competir en volumen, la sostenibilidad es una exigencia creciente; el consumidor europeo prioriza calidad y conciencia ambiental. Paraguay tiene potencial en su artesanía, en la filigrana y en materiales innovadores, pero necesita pulir detalles y apuntar a la excelencia.