Este último formato, su tableta, es el protagonista de los cambios. Apple insiste en que cuanto más personal sea la educación, más impacto tendrá en el alumno. En clase y en casa, subrayan.
Desde el lanzamiento de la tableta son más de 17.000 las aplicaciones dedicadas al aprendizaje, pero se han dado cuenta de que no es suficiente para que su uso sea el adecuado. Las mejores se enfocan en tres puntos: profesores, alumnos y técnicos.
Los primeros podrán hacer que los iPad sean intercambiables. Ya no habrá una sesión única por aparato, sino que cada alumno tendrá un perfil en los aparatos de la clase. En Apple se han dado cuenta de esto simplifica la gestión de los alumnos. También saben que no siempre los niños recuerdan la contraseña. En lugar de poner una combinación de letras y números, podrán identificarse con una imagen.
Mejoras para profesores
App Classroom se centrará en el profesorado. Será el asistente para saber qué estudiante fue el último en tomar cada modelo y presenta una lista de las aplicaciones que están usando o si han hecho las tareas asignadas. Otra opción consiste en proyectar lo mismo en todos los aparatos de la clase o el uso del proyector por parte de un alumno para exponer sus soluciones.
Uno de los problemas más comunes hasta ahora era la pérdida de claves. El maestro la podrá restaurar desde la aplicación sin necesidad de llamar a los técnicos del centro.