Antes de empezar este emprendimiento, ¿en qué trabajabas?
Trabajaba en EMG, estuve en el área de moda, con el Asunción Fashion Week y en la agencia UP. Desde la primera edición, fue una experiencia súper enriquecedora, conocí a mucha gente y aprendí mucho.
¿Cómo surge la pasión por la gastronomía?
Desde muy chica me gustó la cocina, cocinaba con mi mamá y vendía pastafrolas, tortas y otros dulces. Siempre quise abrir un lugar gastronómico, pero pensaba estar en la parte administrativa y contratar gente para la cocina. Eso cambio cuando salí de mi antiguo trabajo y me animé a especializarme en esto. Decidida me fui a Buenos Aires a hacer la carrera de pastelero y cocinero profesional en el año 2007, en el Instituto Superior Mariano Moreno. Además, cursé en el Instituto Argentino de Gastronomía (IAG) y en el Instituto Roberto Goni.
¿Cómo fue para abrir una pastelería?
Cuando volví de Buenos Aires, empecé a cocinar desde la cocina de la casa de mi papá, así estuve un tiempo, hasta que tuve que buscar un espacio más grande. Nos pusimos en campaña de ver algún lugar amplio y seguir con los pedidos, pero lo que encontramos estaba tan bien ubicado, que decidí abrir un salón de venta, que sirva de vidriera para la marca. Con el tiempo la gente me empezó a pedir cosas saladas y un lugar donde tomar un café y comer algo. Fue así como me vi obligada a poner mesitas y a armar un menú con algunas opciones saladas. Hoy día, tenemos una carta variada de salados, además del brunch buffet de los fines de semana que está teniendo mucho éxito.
Contanos acerca del catering
Todo se fue dando de manera natural y es así como hoy nos contratan más para catering de salados que para lo dulce. Tenemos dos tipos de catering, uno que es el brunch buffet, que se está posicionando muy bien y el otro consiste en finger foods salados, donde el servicio es bandejeado o con armado de mesa, un estilo más relajado, menos estructurado.
¿Cuál es la fuente de inspiración que utilizás a la hora de cocinar?
No tengo una en particular, me encantan los libros, los programas de cocina, y sobretodo viajar. En mis viajes la comida es lo principal, todo gira en torno a eso. No hay mejor manera de capacitarse que conocer lugares nuevos. Además trato de hacer cursos fuera del país una o dos veces al año para ir actualizándome.
¿Cuáles fueron los desafíos con los que te encontraste al abrir el local?
Creo que es muy diferente estar en una cocina todo el día, que administrar un local gastronómico donde para crecer, uno tiene que empezar a delegar tareas, eso fue lo que más me costó, porque soy un poco perfeccionista (risas). Otro desafío fue lidiar y conocer al personal, también familiarizarse con el cliente, tratando de darle el gusto siempre y cuando esté a nuestro alcance.
¿Pensaste que el brunch iba a tener tanto éxito?
La verdad que siempre confié en el producto solo que no conocía el mercado, por eso implementamos a la carta al comienzo y al ver que el consumidor no conocía los platos nos dimos cuenta que teníamos que hacer buffet, para que puedan ver y probar un poco de todo lo que incluye un brunch. Este año tenemos planes de abrir un local más grande y con más espacio para incluir más cosas en el buffet.
¿Cómo surge la idea de hacer eventos empresariales? y ¿En qué consiste?
Como casi todo lo que fuimos implementando, lo de eventos empresariales también fue por la demanda que teníamos, nos pedían primero desayunos, coffe break, almuerzos y finger foods para lanzamientos, aniversarios y hasta para casamientos. El año pasado nos vimos obligados a lanzar una línea nueva de bocaditos salados con una presentación diferente, bandejas de diseño que trajimos de afuera y que están teniendo una increíble aceptación.
¿Cuál es el diferencial de tu local?
Tratamos siempre de dar un producto de calidad y hecho con mucho amor, buscamos innovar en productos, variar opciones e implementar cosas nuevas siempre.
Conociendo a Ceci Gross Brown y su pastelería
(Por Nora Vega - @noriveg) La empresaria Cecilia Gross Brown se define como una persona perfeccionista, acelerada, sensible, estricta y tímida. A la dueña de Ceci Gross Pastelería, le encanta cocinar, comer, viajar y es súper curiosa. En esta nota nos cuenta acerca de cómo surgió su pasión por la gastronomía y los desafíos con los que se encontró al abrir su local.