Desde su introducción, el uso del VAR (Asistencia Arbitral por Video) fue un tema polémico en el fútbol mundial, levantando críticas por su efectividad y, en ocasiones, contribuyendo a generar mayor confusión en lugar de resolver disputas en el campo de juego. La Premier League de Inglaterra, por ejemplo, discutió la posibilidad de eliminar el VAR debido a los desacuerdos y frustraciones expresadas por jugadores, entrenadores y aficionados.
Esta creciente insatisfacción con el VAR llevó a la FIFA a explorar una alternativa menos intrusiva y más accesible: el FVS (Sistema de Revisión de Jugadas), que utiliza solo entre cuatro y cinco cámaras para revisar las jugadas, eliminando la necesidad de un videoárbitro, lo que supone una simplificación del sistema.
Una de las principales diferencias del FVS respecto al VAR es que permite a los entrenadores solicitar hasta dos revisiones por partido. Sin embargo, si una de las revisiones no es exitosa, el entrenador perderá una oportunidad para solicitar otra. Esto pone en manos de los entrenadores la decisión de qué jugadas deben revisarse, y el árbitro está obligado a revisar la jugada cuando el DT de un equipo lo pida.
Esta propuesta, que busca reducir la intervención tecnológica en el juego y hacerla más accesible, podría comenzar a implementarse en torneos internacionales si obtiene la aprobación de la International Football Association Board (IFAB) en los próximos meses. La FIFA espera que el FVS pueda ser utilizado de manera generalizada a partir de 2025, ofreciendo una nueva forma de revisar jugadas sin la controversia que acompañó al VAR.