A nivel local, uno de los métodos que tomó forma y relevancia es el Barre, según comentó Natalia Ortellado, instructora de pilates y especialista del método Barre, quien lleva casi una década dedicándose a esta disciplina. En 2017 abrió su estudio propio, que hoy funciona como un espacio integral enfocado en la salud física y mental de las mujeres. “Barre no es solo un ejercicio; es una herramienta transformadora”, afirmó. El método le permitió encontrar su propósito: impactar en la calidad de vida de las mujeres, creando una comunidad que inspire, acompañe y promueva una relación saludable con la actividad física.
El método Barre, creado por la alemana Lotte Berk en los años 60, es reconocido globalmente por su capacidad de ser a la vez desafiante y accesible. Se basa en movimientos isométricos (pequeñas contracciones musculares sostenidas) que fortalecen sin impacto agresivo sobre las articulaciones. Eso lo hace ideal como entrenamiento principal o como complemento de otras disciplinas como musculación, running o yoga.
Una de sus mayores fortalezas es la adaptabilidad. “En una misma clase pueden coincidir una persona muy entrenada y alguien que apenas empieza. Todos los ejercicios tienen modificaciones”, explicó Ortellado.
Sobre los resultados, la instructora recomendó practicar entre dos y tres veces por semana. Los cambios, según mencionó, se manifiestan tanto en lo físico como en lo emocional: mejora de postura, tonificación muscular, fuerza funcional, coordinación y flexibilidad, sumados a una notable reducción del estrés y una mayor conexión cuerpo-mente.
Según Ortellado, el auge del Barre encaja perfectamente con tres tendencias globales del wellness:
- Longevity Fitness: entrenamientos que priorizan la salud a largo plazo sobre la estética inmediata. El Barre fortalece sin impacto articular, ayudando a mantener un cuerpo funcional y activo con el paso del tiempo.
- Bienestar holístico y conexión mente-cuerpo: hoy la gente busca actividades que reduzcan el estrés y mejoren la salud emocional.
- Social Fitness: los entrenamientos como experiencias sociales. Estudio, música, atmósfera y comunidad forman parte central de la vivencia Barre. “La comunidad es una de sus fuerzas más transformadoras”, destacó Ortellado.
Tu opinión enriquece este artículo: