"La cooperación para los próximos años se enfocará en digitalización de mipymes, en acceso a créditos, en innovación, en economía circular y sostenibilidad. Todo esto se propone para que América Latina se adecue a los requisitos que se solicitarán para el ingreso de productos en dicha región", comentó.
El fortalecimiento de las mipymes ayudará a revertir la compleja situación económica regional que registró cerca de 40 millones de desempleados, y que atrasan todos los procesos de igualdad que se venían trabajando, remarcó Bordas.
El programa se desarrolla hace 20 años en el país, pero solo la versión 5.0 está a cargo de la UIP, señaló Bordas. Esta versión comenzó en el 2016 y va hasta diciembre de 2020.
En esta última versión se implementaron dos proyectos, uno que se enfocó en el asesoramiento de empresas, a través de un consorcio con organizaciones de Bolivia y España, y el segundo se concentró en la producción y exportación de aceites, desarrollado en conjunto con organizaciones de Argentina e Italia.
"Con los programas logramos trabajar con más de 2.000 mipymes, incluso logramos colocar a emprendimientos locales entre las más exitosas de la región, en categorías como mejora de la productividad y mejores prácticas empresariales", afirmó.
En la versión 5.0 de AL-Invest se invirtió un total de € 400.000 y a través del programa "Mipymes Compite", la Unión Europea ya desembolsó € 2.000.000 para el fortalecimiento del sector. “Cuantas más acciones se concretan y se muestran los resultados de estos trabajos, la cooperación va confiando más fondos a las organizaciones”, complementó.
Por último, Bordas anunció que en las siguientes semanas conocerán las nuevas condiciones de la versión 6.0 y a partir de ahí, elaborarán un plan estratégico para los siguientes años, concluyó.