“Llevo 12 años trabajando en el campo de la nutrición y estoy entre las primeras 1.000 profesionales recibidas, es por ello que me tocó ver el proceso de cómo la demanda aumentó sustancialmente en los últimos años. Antes, consultar con una nutricionista no era común y solo consultaban las personas que querían bajar de peso, sin embargo, hoy en día gracias a que se generó una conciencia sobre la importancia de una buena alimentación para conservar la salud, acuden personas que simplemente quieren mejorar su calidad de vida mediante la alimentación”, explicó Rojas, quien cuenta con una clínica particular denominada Nutricare.
Rojas, quien está especializada en deporte y en la actualidad es directora del departamento de nutrición de las formativas de fútbol del Club Olimpia y del Comité Olímpico Paraguayo, manifestó que si bien atiende mayormente a atletas, también recibe a otros pacientes, y afirmó que normalmente los objetivos son mejorar el rendimiento deportivo, bajar de peso, aumentar masa muscular, comer más saludable, organizar su alimentación, conocer sus porciones, obtener ideas de comidas saludables, mejorar algún marcador bioquímico fuera de rango, entre otros. La especialista sostuvo, además, que el interés se da en ambos sexos por igual, y que actualmente los hombres se cuidan tanto como las mujeres.
Rojas expuso que la nutrición -como toda área científica- va evolucionando constantemente y todo el tiempo se conocen nuevas investigaciones en todas las ramas de la nutrición así que siempre existen novedades, no obstante, es importante saber diferenciar los artículos buenos que brindan información válida para practicarlos. “Como toda profesional de la salud creo que es importante mantenerse al margen, o bien, utilizar cautelosamente toda tecnología o práctica que no están avaladas científicamente”, declaró
Por otra parte, la nutricionista mencionó que las dietas milagrosas no existen y que hoy las dietas de moda van quedando en el olvido ya que las personas empezaron a comprender que no hay nada mejor que una alimentación balanceada que contenga todos los nutrientes en cantidades adecuadas. “Vale resaltar que esta pandemia nos demostró claramente la importancia de mantenernos saludables para combatir con la enfermedad. Cuando mejor nos alimentamos, más saludables estamos y corremos menos riesgo de tener las complicaciones ocasionadas por el COVID-19”, agregó.
Respecto a la alimentación que acostumbramos los paraguayos, la licenciada expuso: “La describiría como una alimentación muy pobre. Creo que el paraguayo no quiere salir de lo tradicional: la empanada, la milanesa y la tortilla. Nos falta una alimentación más creativa, especialmente que incluya más frutas y verduras diariamente. La gente piensa que alimentarse bien es caro, pero no es así y una simple prueba son los mangos que encontramos tirados en todo el país, los cuales son de altísimo valor nutricional”. Rojas citó enfermedades relacionadas a la obesidad -diabetes, presión elevada, colesterol alto- como las consecuencias más comunes de la mala alimentación
Según la licenciada, el costo de una consulta con el nutricionista ronda los G.150.000 a G. 300.000. Para la especialista, la frecuencia de visitas al nutricionista depende de cada caso, pero opina que una mejor educación nutricional se daría por medio de varias consultas, a modo de que el profesional pueda familiarizarse y conocer cuáles son los alimentos y cantidades ideales para su paciente. “Yo trato de enseñarles a mis pacientes y que vayan aprendiendo algo nuevo en cada consulta, ya que el 99% del éxito se encuentra en que mantengan el peso perdido. Perder peso es fácil, mantenerse es el desafío” concluyó Rojas.