“Paraguay viene teniendo un crecimiento de consumo medio constante durante los años, especialmente en productos como aguas, gaseosas, envases y embalajes, lo que repercute directamente en la industria”, explicó Resck. Este comportamiento refleja un patrón sostenido que permite a las empresas planificar su producción y proyectar estrategias a mediano plazo.
Si bien el consumo interno se mantiene, la expansión de la industria paraguaya depende en gran medida de la exportación, especialmente hacia Brasil, considerado el mercado más cercano y estratégico para las empresas del sector. Resck destacó que aproximadamente la mitad de la producción local se destina al mercado interno y la otra mitad a la exportación, subrayando la importancia de Brasil para sostener y ampliar la cadena productiva.
Sin embargo, el año 2025 estuvo marcado por ciertas inestabilidades en el mercado brasileño, afectado por factores políticos y climáticos, como lluvias y sequías prolongadas que impactaron el consumo y, por ende, las exportaciones paraguayas. “Este año el mercado brasileño se encontró con variaciones importantes, pero esperamos que para 2026 se recupere, permitiendo una mejor proyección de resultados”, indicó Resck.
En cuanto a las innovaciones del mercado, Resck mencionó que “cada tanto uno se ve obligado a renovar tecnologías, ya sea para reemplazar maquinaria antigua o ampliar la capacidad de producción y diversificar la línea de productos”.
La presencia de empresas paraguayas en ferias internacionales —como la mayor feria mundial de plásticos, realizada en Alemania— refleja el interés del sector por adoptar tecnologías de vanguardia, garantizando eficiencia y competitividad tanto para la producción local como para la exportación.
Un aspecto destacado de la industria plástica paraguaya es su alto nivel de reciclaje, especialmente en PET. Según indicó Bruno, el país participa activamente en la producción de resinas recicladas a partir de botellas recolectadas a nivel nacional, conformando una cadena completa de circularidad que permite reutilizar los materiales de forma indefinida.
“Paraguay tiene la cadena de recuperación más alta de América en PET, con más del 70% de recolección y reutilización, comparado con apenas el 30% de Brasil y el 20% de Chile. Estamos en niveles europeos de recuperación”, destacó Resck. Esta iniciativa fortalece la sostenibilidad del sector y genera una nueva cadena productiva, beneficiando al mercado y promoviendo el cuidado ambiental.
“El mercado local debería crecer dentro de su porcentaje habitual y, sumando la recuperación de exportaciones, el 2026 se perfila como un año de mejores resultados”, puntualizó Resck.